Un hombre cruza la frontera en bicicleta ante las pancartas de protesta marroquíes. :: REUTERS
ESPAÑA

El PP culpa al Gobierno de la «máxima tensión» en la frontera de Melilla

El PSOE califica a González Pons de «agitador profesional» y cree que el popular solo fue a la ciudad a echar «más leña al fuego»

MELILLA. Actualizado: Guardar
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El presidente del PP, Mariano Rajoy, envió ayer a Melilla al portavoz de la dirección nacional, Esteban González Pons, para afirmar que el Gobierno es el culpable de la situación de «máxima tensión» que vive la frontera hispano-marroquí y para alertar de que, si no se toman medidas, es fácil que se produzca algún «incidente» y que se genere un «conflicto» diplomático.

El dirigente popular, en una rueda de prensa junto al presidente de Melilla, Juan José Imbroda, aseguró que «cuando el Gobierno hace dejación de funciones es legítimo que la oposición tome la iniciativa», y señaló que Rajoy le ordenó que viniese «a decir a los melillenses que España entera está con ellos» ante el «clamoroso silencio y abandono» del Ejecutivo.

González Pons dijo que, tras visitar la frontera y entrevistarse con representantes de la Policía y la Guardia Civil, puede afirmar que el Gobierno «no apoya en absoluto» a las fuerzas de seguridad del Estado -objeto de ataques, vejaciones e insultos por parte de colectivos marroquíes- y que han sido los agentes fronterizos quienes con su «profesionalidad» han evitado estas semanas un conflicto entre ambos países. Explicó que percibió que los policías tienen «sensación de abandono, de falta de atención y de cercanía» por parte de los responsables gubernamentales, por lo que exigió al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que antes de entrevistarse el lunes en Rabat con su homólogo marroquí pase por Melilla para hablar y atender a los policías y guardias civiles, y de forma especial a las agentes femeninas, ridiculizadas en carteles colocados a lo largo del paso.

Poner orden

El PP hizo al Ejecutivo otras dos reclamaciones: que haga lo necesario para que Marruecos «ponga orden en su lado de la frontera» y que realice las gestiones «precisas» para recuperar la llamada «tierra de nadie» entre ambas vallas fronterizas, que desde hace años se han apropiado los policías y agitadores del país magrebí. Esta es una reivindicación que tanto la Policía como el gobierno de Melilla llevan realizando desde hace años, también cuando gobernaba el Partido Popular.

González Pons lamentó que José Luis Rodríguez Zapatero esté más pendiente de los problemas de su partido en Madrid que de los incidentes en Melilla y que se demuestre que «cuando los españoles tienen un problema no pueden contar con su presidente del Gobierno». «No hay razones diplomáticas que justifiquen que una mujer española sea humillada por el mero hecho de ser mujer», concluyó el dirigente del PP.

Las palabras de los populares fueron contestadas con dureza por el PSOE a través del dirigente Antonio Hernando, quien calificó a González Pons de «agitador profesional» y aseguró que sus «bravuconadas y desatinos veraniegos», así como su visita a Melilla, solo buscaban echar «más leña al fuego» y «enredar» con los incidentes en la frontera, un conflicto que el Gobierno trata de «superar con responsabilidad, serenidad y sentido de estado». «Lo que hoy le pedimos a Pons y Rajoy es que actúen con sentido de estado, con altura de miras y con responsabilidad, que aparten la demagogia, la agitación, el populismo o la clave de partido», señaló el portavoz del partido socialista.

Hernando añadió que los máximos dirigentes del PP deben abandonar por completo sus provocaciones y «reflexionar acerca de si las declaraciones que han hecho y las actuaciones que llevan haciendo en los últimos días sirven para arreglar el problema o magnificar los incidentes, si sirven para solucionar la situación o para echar leña al fuego».

Defensa de la mujer

La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, intervino ayer en la polémica por los fotomontajes denigrantes para las mujeres policías españolas que los activistas magrebíes han instalado en la zona neutral de la frontera de Beni Enzar.

Los carteles, en los que se muestra a varias agentes sobre una montaña de basura, son «intolerables e inaceptables», dijo la ministra, que alabó la «profesionalidad» de las funcionarias. Aído aseguró que se tomarán las medidas oportunas «ante cualquier cuestionamiento de las autoridades españolas por razón de sexo». Estos insultos, aseguró Aído, serán uno de los temas que Pérez Rubalcaba abordará en la reunión del lunes con su homólogo marroquí.