Tomas Berdych, en el camino hacia la era Rafa Nadal

Sostiene Toni Nadal, el tío de Rafael, que Tomas Berdych y su sobrino -que juegan la final del torneo de Wimbledon- empezaron juntos en el circuito, porque tienen la misma edad, 24 años, y que el checo era muy bueno pero por alguna razón no se impuso en el escalafón del tenis profesional. El veredicto del tío es: «Hacía partidos muy buenos, pero ahora es más consistente».

El propio Berdych lo reconoce. Desde que cambió de entrenador hace dos años es otro tenista. Contrató a Tomás Krupa, que llevaba bastante años trabajando con Radek Stepanek, y según las palabras del finalista, «en el primer año siempre vas a ver qué funciona y todo lo demás» y «este año empezó bien».

Cree que Krupa ha encontrado los puntos débiles de su juego y le ha hecho trabajar en la forma de superarlos, pero también reconoce que hay una combinación de factores que han cambiado su personalidad. «Soy más fuerte mentalmente», dijo Berdych ayer, «y ganar más y más partidos te da mucha confianza. Y, por supuesto, también estoy creciendo, todavía soy joven pero logro más experiencia cada semana».

El rival de Rafael Nadal en la Pista Central ganó a Roger Federer en Miami, a Andy Murray en París, donde llegó a las semifinales, y a Federer y Novak Djokovik en Wimbledon en el camino a su primera final en un torneo del Gran Slam. Hay quien dice al observar la progresión de Berdych que los tenistas checos maduran tarde. Habría que repasar las biografías de Kodes, Lendl, Korda, Stepanek, entre otros, para confirmar la veracidad de la teoría.

El Tomas Berdych que ganó a Rafa Nadal tres de los cuatro partidos que les enfrentaron en el principio de sus respectivas carreras tenía cualidades parecidas al de ahora, un servicio muy duro, golpes planos de derecha y de revés desde el fondo de la pista, que se meten profundos en las líneas y que cargan bolas pesadas en la raqueta rival.