Las rachas de viento a veces provocan grandes olas. :: ó. chamorro
CÁDIZ

Avisan de que un tsunami sería hoy en día «mucho más devastador»

Los redactores del planeamiento incluyen un análisis de riesgos de padecer un maremoto como el que se vivió en 1755

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El nuevo documento lo analiza todo: los movimientos de población, la industria, el comercio, los proyectos de futuro y la situación medioambiental. Dentro de este último informe, que abarca la situación de la costa gaditana, se incluye un capítulo que pese a su enunciado no puede tomarse a broma: el riesgo de que la ciudad vuelva a padecer un tsunami.

El último maremoto, ocurrido el 1 de noviembre de 1755, tuvo su origen en la costa portuguesa. Destrozó su capital, Lisboa (allí alcanzó los nueve grados en la escala Richter) pero sus efectos en Cádiz fueron también gravísimos. Leyendas aparte, aquel tsunami alcanzó aquí el grado de 8,5. Mató a mucha gente -las estadísticas no están claras- destrozó edificios e hizo desaparecer el antiguo camino del arrecife por el que se accedía a la ciudad. Eso obligó incluso a construir una nueva vía en el interior de la Bahía.

Tras ese grave siniestro se localizaron varias fallas a unos 100 kilómetros de Portugal. Se trata de fallas activas (sobre todo dos, la del 'Marqués de Pombal' y la 'Horseshoe') y asociadas a estas se han identificado grandes deslizamientos submarinos, lo que sugiere una actividad cíclica. Lo que más impresiona del resumen que realizan los técnicos municipales -basados en datos de la Red Sísmica Española y del Instituto Geográfico Nacional, entre otros- es la advertencia: de producirse un nuevo tsunami, moriría mucha más gente y las consecuencias económicas serían incluso peores que las que se derivaron del suceso de hace 255 años. Se basan en el crecimiento demográfico que se ha experimentado desde entonces, el desarrollo industrial y el elevado número de edificios que hay a nivel del mar (y que antes, por supuesto, no existían).

Desde el año 800 antes de Cristo ha habido cuatro grandes terremotos, incluido el de Lisboa. La recogida de datos ha permitido a los científicos establecer un 'periodo de retorno', es decir, el tiempo que debería transcurrir para que se repita otro maremoto. Son 450 años, con lo que si la estadística se cumple, nos quedarían otros 195, lo que suena a 'odisea del espacio 2205'.

Epicentro a 500 kilómetros

Pero ¿y si no se cumple? Hace poco más de tres años se registró un terremoto de 6.1 en la escala Richter que tuvo además dos réplicas. El epicentro se localizó a 500 kilómetros de Cádiz. No se producía uno tan fuerte desde hacía una década. Y además, tuvo su origen en el mismo lugar que el de 1969, aunque en aquella ocasión alcanzó los 7.3 grados y se dejó sentir en buena parte de la Península. Este de 1969, sin embargo, ocasionó una de medio metro, lejos de los 12 y hasta 15 metros que tenían las del maremoto de Lisboa.

Un dato científico más: para que se produzca un tsunami por seísmo, éste debe haberse registrado en una falla vertical. A partir de aquel temblor de febrero de 2007 los expertos detectaron una «falla inversa pero no vertical». No contribuye a la tranquilidad tampoco conocer que los maremotos suelen producirse en los márgenes continentales y que según la Red Sísmica Española, los de la costa atlántica son más fuertes que los del Mediterráneo.