Opinion

Para algunas-os

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Hablaban en la radio dos políticas famosas asiduas en esas tertulias de televisión donde se grita y hablan todos a la vez. Las oía con interés cuando otra invitada, una leída y premiada escritora, intervino. Venía a decir que las chicas jóvenes han sufrido un retroceso en sus deseos de libertad, formación e independencia. Buscan y esperan que «las retiren» un buen novio o un programa de televisión. No pude por menos que identificarme con sus opiniones. La imagen indolente de personajillos que afloran formación en programas cobrando por insultar o calumniar sobre un ex de algo. Este es el ejemplo para muchas adolescentes: creer que el dinero o el trabajo se consigue fácilmente. Algunas- os, que no todas, gracias a Dios, viven sin el sacrificio de echarle horas al estudio. Constancia para conseguir objetivos loables.

Un presentador de una tele privada, de las muchas que ahora te salen en el mando, dice al finalizar su programa; «hay que levantar España». Pues sí, pero también entre las mujeres y hombres jóvenes que serán los-as futuras empresarias, abogadas, mecánicas o policías. pero preparadas. Esto es tarea de todas-os. Pero luego ven que una señora, ¡que baila fatal!, gana un concurso y cobra millones por esto y por frases que pasarán a la historia del barrio: «¿Sabes?» «¡Yo. mato!» y otras lindezas más. Pues no. Ese no es el espejo de la realidad.

Me da miedo esas jóvenes que buscan un novio que las quite de algo. Sí, «quita la mesa; ¿qué me has hecho de comer?; ¡no te dije que no te pusieras esa falda!». ¡Cuidado!, mucho cuidado. Desde la terraza de un bar, las veo colgadas de la presumible seguridad que les da el varón. Y a estos, con apenas 15 años, decir convencidos que las mujeres a limpiar. ¿Qué está pasando? Sólo les recuerdo, a algunos-as, que ha costado mucho la independencia intelectual, económica; la libertad de elegir, decidir, opinar. para que se rasgue una lucha de siglos. No retrocedáis jamás, al contrario, repartamos nuestros derechos a otras mujeres que aún no los tienen.