Jerez

Doñana acoge ya a la hermandad de Jerez tras su primer día de Romería

Fue una ardua jornada, aunque cargada de solidaridad, en la que los peregrinos caminaron hasta Sanlúcar para cruzar el río

SANLÚCAR. Actualizado: Guardar
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Jerez ya es parte de Doñana. Jerez ya está en las arenas eternas del Coto, esas que tanto saben de Nono Merino, de María, de Pepe Antonio, de los que faltan. Será un camino diferente, un camino de sueños y esperanzas, un camino donde la Virgen será, más que nunca, la única esperanza para los peregrinos que bajo un calor asfixiante, caminaron los kilómetros que separan Sanlúcar de Jerez.

Comenzó la jornada temprano, a las ocho de la mañana, para todos los romeros. La cita, en Santo Domingo, era obligada. Misa de Romeros, misa de los que van a ver a la Virgen, a la Blanca Paloma. Eucaristía preparatoria, sacrificio en el altar de Dios que va a colocarse, amoroso, primoroso, cercano, como ese Pastorcito Divino que siempre sonríe a los que llegan con fe a su reja. Y como siempre, la aprovechó el director espiritual de la corporación, Martín Alexis, que quiso acordarse, cómo no, de los que no podrán hacer el camino este año. De los que ya no están, que dijo el Pichuli en el pregón del Rocío de la Bodega de La Concha. Los que ya no pueden andar, los que ya no pueden cantar... Todos los que ya no están con nosotros, y que son, sin duda, el principal argumento de los romeros para ponerse a caminar. Rezar por los que no están. Rezar por los que se han quedado...

La hermandad anduvo con buen tino hasta San Juan Grande, donde se producen los momentos más íntimos, más especiales de este primer día de camino. Visita obligada de la hermandad a los que más lo necesitan, el tiempo se detuvo en ese preciso instante. Lágrimas en los balcones, suspiros en las ventanas, peticiones saliendo de los corazones de los que iban al camino...

Y poco después, y casi sin descanso, camino de Sanlúcar, en una de las jornadas más calurosas que se recuerdan en el Rocío. Con más de treinta grados azotando a los animales y a los peregrinos, la caravana avanzó sin embargo a buen ritmo, lo que permitió a la comitiva llegar a Ventosilla a las dos y media de la tarde, hora y sitio en el que la hermandad de Jerez tiene estipulado el primer rengue del camino. Llegaron las primeras tortillas, las primeras cervezas compartidas.

Los primeros gestos de solidaridad con los cuarenta devotos que han decidido hacer el camino andando. Los primeros gestos de que el Rocío es mucho más que vino y alegría, y que encierra otros valores que sólo se pueden descubrir viniendo con la hermandad de Jerez a hacer el camino. Los primeros cantes, las primeras letras. Los primeros recuerdos...

A las tres y cuarto de la tarde el Simpecado enfiló de nuevo el camino que le llevaría ya de manera definitiva hasta el Coto de Doñana. Son quizá los metros más duros, que se sobrellevan por ser el primer día, pero que en jornadas calurosas como la de ayer marcan y de qué manera el resto del caminar de los peregrinos.

La hermandad tenía prevista su llegada a Sanlúcar a las cinco de la tarde, hora en la que el Simpecado debía embarcar para cruzar hasta la plata de Malandar, pórtico, llave de Doñana desde Sanlúcar. Malandar y Bajo de Guía son sin duda los dos momentos más emblemáticos del primer día de camino, porque suponen el comienzo real del camino, el instante en que naturaleza, religión, fe, amor y devoción se funden para convertir la romería del Rocío en una de las expresiones de fe más importantes de la región.

Nerviosismo

A la hora de embarcar la Guardia Civil tuvo que hacer una carga policial al nutrido grupo de peregrinos por el lógico nerviosismo que había por montarse en la barcaza. Además, un romero sufrió un desmayo y tuvo que ser trasaladado a un centro de salud de la localidad.

Por lo demás, salvo algunos pequeños contratiempos con el remolque de los peregrinos que consiguió subsanarse gracias al buen hacer de la Junta de Gobierno que preside Felipe Morenés, el camino siguió sin problemas.

La noche la hermandad la pasó en Marismillas, aunque para llegar a este lugar del Coto de Doñana se eligió un camino alternativo al habitual, ya que las lluvias del pasado invierno han dejado impracticable el sendero habitual que cruzaban las corporaciones para llegar a este primer lugar de pernocta que comparten las hermandades del Puerto de Santa María y Jerez, que hoy tendrán una Eucaristía conjunta a las diez de la mañana antes de comenzar el segundo día de camino, el más corto de la romería, que nos llevará por los principales parajes naturales del Coto de Doñana.