«Por desgracia, esto se ha acabado»

Los entrenamientos son voluntarios, algunos jugadores no pueden ir a ejercitarse porque, literalmente, «les falta el alma, están rotos emocionalmente hablando», no tiene para viajar ni para afrontar los desplazamientos, el preparador físico y el fisioterapeuta cogieron las maletas hace semanas y un jugador lleva de baja por lesión un buen tiempo, ya que no hay medios para lograr una recuperación inmediata. La fase de ascenso a LEB Plata de DKV Jerez está siendo un auténtico infierno. El conjunto jerezano se está jugando el regresar a la división de bronce del baloncesto español y lo hace «por orgullo deportivo y con casta, mucha casta». Toa paterna está a la cabeza de un grupo «que no puede ni casi venir a entrenar, que está falto de ánimo. Es muy complicado preparar un partido así, porque los jugadores ya están sin alma».

Después de la paliza de este pasado fin de semana en Madrid, donde los jerezanos lograron la victoria frente a Real Canoe, los jugadores se llevaron una triste noticia: «Hay problemas y la subvención del Ayuntamiento, que llega a través de Cajasol, no la recibiremos hasta la semana que viene». Un par de nóminas, posiblemente, de las seis que tienen pendientes -algunos, incluso más, teniendo en cuenta las de la temporada pasada-.

«Creo en los milagros, tengo mucha fe en la vida por motivos personales, pero esto no tiene futuro». Toa Paterna ha afrontado el devenir de la vida con filosofía, casta, paciencia y lucha, mucha lucha. Unos principios que ha llevado al baloncesto, pero que son insuficientes para aguantar lo que está aguantando. «Por desgracia, esto se ha acabado». Paterna lo deja claro. La próxima temporada, esté el equipo en la categoría que esté, el técnico malagueño de DKV se irá. No porque no quiera continuar, sino porque, como él bien dice, «no va a haber proyecto de futuro. La actual directiva no me va a plantear nada para la próxima temporada porque no estará, y los que lleguen no van a querer al equipo en esta categoría».

Orgullo deportivo

De hecho, si no se ha arrojado la toalla a día de hoy es porque el equipo «tiene un orgullo deportivo tremendo». Aún así, los últimos desplazamientos a Barcelona y Madrid han matado buena parte de una plantilla que podría jugarse el ascenso dentro de dos semanas en Vic: «Antes hay que ganar a Real Canoe, algo complicado, porque así es difícil entrenar y ellos vendrán a presionar para pasar».

En cuanto a la directiva, Toa aclara que el club «está limitado. Hay 100.000 euros menos de lo que se esperaban y la ayuda prometida por el Ayuntamiento no llega». Mientras, el baloncesto de Jerez muere poco a poco.