¡Trabajen!

La revolución, mal que les pese a muchos, es cambiar el orden de las cosas y hacer que haya justicia donde antes no la había; que no queden niños sin escuelas, ningún enfermo sin hospital y ningún trabajador sin trabajo. Esto último es muy grave. La crisis, la dichosa crisis. Hay que hablar menos y hacer más, no hay tiempo. La presión fiscal cada vez es más fuerte y el subsidio del paro muchas veces genera 'cierta vagancia'. En nuestro país tenemos gente muy formada y preparada. No nos podemos permitir perder más personas que a falta de un trabajo se desaniman y caen en el olvido. A la clase política le toca mover ficha. Trabajen, y trabajen bien. ¡Ustedes decidieron ser políticos!

·