LA PRÓRROGA

Marcos sueña despierto

Es el primer discapacitado que logra una prótesis para practicar este deporte y su reto es hacer una travesía

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Marcos González de la Peña siempre ha sido un gran apasionado de todos los deportes, pero un terrible accidente cuando sólo tenía ocho años estuvo muy cerca de truncar sus aspiraciones deportivas. Le ha llevado mucho tiempo recuperarse, pero ahora, a sus 26 años, este jerezano, que es profesor de Educación Física en un colegio de Isla Cristina, vuelve a sonreír haciendo lo que más le gusta y se ha convertido en el primer discapacitado a nivel nacional en practicar Kitesurf, entre otros deportes.

Un percance con un columpio de su colegio provocó que le tuvieran que amputar el femoral de la pierna derecha y desde ese momento, lejos de venirse abajo, la superación de Marcos ha sido espectacular, aunque el camino no ha sido nada fácil. Su afición por los deportes extremos -Kiteboarding, Esquí Alpino, Snowboard, Wakeboard y Natación entre otros- no podía practicarlos con una prótesis habitual y tuvo que viajar hasta otro país para conseguir la recompensa: «Hace dos años, aproximadamente, viajé a Tarifa en busca de alguien que me enseñara este deporte. Después de dar muchas vueltas, encontré a Hugo (Escuela Buenacossa) que quiso embarcarse conmigo en un proyecto, del cual desconocíamos cuál sería su final».

«En ese momento, no existía ninguna adaptación para la práctica del Kite en personas con discapacidad, y tuvimos que diseñar una tabla para navegar sentados puesto que no existían prótesis ortopédicas. Al cabo de un tiempo, descubrí en Internet una prótesis de rodilla diseñada para la práctica de deportes extremos, y viajé a EE.UU. para traerme una. Pensar que podía practicar este tipo de deportes con dos piernas y utilizando material de Kite que no requería adaptaciones era una sensación única».

Una experiencia inolvidable para Marcos y que, tal y como él cuenta, tenía que poner en marcha: «Una vez de vuelta, con mi rodilla claro, y dado que las circunstancias de mi profesión me llevaron a Isla Cristina, un pueblo que me brindaba la posibilidad de practicar Kite de manera frecuente, me puse manos a la obra y cada vez que las condiciones meteorológicas me lo permitían allí estaba trabajando en la playa, con mi compañero de fatigas y alegrías Carlos, sin él que hubiese tardado el doble en conseguir lo que hoy en día hago. Y por último, apareció una inyección de motivación y recompensa a todo el trabajo realizado llamada Fone, donde a través de Sebas (División Náutica), se me brindaba apoyo con material de Kite durante toda la temporada».

Marcos ha logrado su objetivo y, ahora, agradece el apoyo a todos los que le han ayudado y le patrocinan, en especial a la marca Fone y Unicaja, y se muestra abierto a futuros sponsor. Pero sus retos no han finalizado y ya se prepara para en el mes de julio realizar la travesía Costa de la Luz entre Isla Cristina y Punta Umbría. 35 kilómetros de recorrido. Sin duda, todo un ejemplo de superación y de sacrificio.