Colorín, colorado...

Muy poco se jugaba ayer el Jerez Industrial en La Juventud, salvo la honra de unos jugadores que han tocado fondo y que certificaban ante el Estepona su descenso matemático a Tercera División. Por la mañana el Sangonera ganaba al Sevilla Atlético y los de Nico Sosa poco podían hacer en la categoría de bronce. Un descenso anunciado en una temporada para olvidar en lo deportivo y lo extradeportivo. Con todo, los jugadores del catavino saltaron al terreno de juego con ganas de dar una alegría a los aficionados, pero la desgana y la poca motivación pasaron factura sobre el verde de La Juventud, que veía como un equipo exponía mucho más que el otro. Ese era el Estepona. En juego, la permanencia en la categoría y tres nuevos puntos, a falta de dos jornadas, dejaba virtualmente a los de Raúl Procopio un año más en la categoría.

Pese a todo, los futbolistas de Nico Sosa tuvieron la gran oportunidad para adelantarse en el marcador. Una jugada en la que Bello se queda sólo en una mano a mano con René, es muy bien definida por el meta serrano que logró enviar el balón fuera. Un ocasión en los primeros compases de partido y poco más que contar para el cuadro de la copa y la venencia. El partido no fue tampoco nada del otro mundo, demostrando así que los dos equipos han estado toda la temporada pasando muchos apuros, por lo que el juego, en su mayoría, fue aburrido. Mucho pelotazo de ida y vuelta y poco control del medio campo, unido a que las oportunidades se contaban con los dedos de una mano. Eso sí, pasada la media hora, una buena internada por banda derecha para el Estepona iba a culminar en gol. Pase de Velázquez, de los mejores ayer para su equipo, y gran definición de Javi Muñoz en el área pequeña. De tacón colaba el balón en el fondo de la red ante la impotencia de Alberto y la defensa local, en cuadro ante la lesión de Bornes.

La segunda parte no cambió mucho de escenario. Aburrimiento y apatía, sobre todo en el bando local, que bajó los brazos y que en arreones lo intentaba con más corazón que cabeza, aunque sin mucho éxito. Nico Sosa movía ficha, daba entrada a los ingleses, pero tampoco cambiaron el ritmo del encuentro. Un partido que se terminó de enfriar con el segundo del Estepona en el minuto 81. De nuevo el peligro llegó desde el costado derecho, esta vez en las botas de Guirado que la puso en el punto de penalti para que Ryan, el máximo goleador del cuadro malagueño, empujara con su bota el balón al fondo de las mallas. Antes del tanto, dos ocasiones sin mucho peligro, por señalar algo favorable para el Industrial, de Carrasco y Benítez.

Al final, derrota dolorosa del cuadro industrialista que dice adiós a una categoría histórica para el equipo y que tendrá que sufrir durante dos semanas más hasta que acabe el campeonato. Una historia que se estaba escribiendo desde hace semanas y que ayer puso el punto y final con un descenso más que anunciado y cantado.