Modernidad y antigüedad se dan la mano en los alrededores de la Capilla del Calvario. :: LA VOZ
Jerez

La nueva sede del seminario

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Tiene más importancia de la que creemos. Y la tiene, porque una diócesis sin seminario está condenada a extinguirse, fusionarse, o depender de otras. Así de sencillo. Antes, los aspirantes al sacerdocio en nuestra ciudad debían marcharse hasta Sevilla, con las incomodidades que ello representa, y las desventajas que supone para un estudiante alejarlo de su objeto de estudio. Ese alejamiento temporal de la diócesis suponía un desapego en muchos casos, y un desconocimiento de la realidad social diocesana. Juan del Río así lo creía, y por eso luchó sin descanso hasta conseguir que el seminario volviera a Jerez. Actualmente está en la Compañía de María, en una sede que la diócesis encontró pero que desde el primer momento se consideró inadecuada y transitoria. Y es así, porque desde el primer momento se quería devolver al seminario a su enclave habitual, junto a la Real Capilla del Calvario, pero con las dependencias ya modernizadas.

Realidad

Esto ha sido posible sólo en parte, puesto que lo que se ha conseguido ha sido recuperar estas dependencias para destinarlas a casa sacerdotal de los sacerdotes, aunque está previsto que el seminario vuelva a su lugar de origen cuando la diócesis encuentre la financiación suficiente para acometer las reformas necesarias en el edificio. El problema es que el obispado está absolutamente desbordado, puesto que en la actualidad está cerrada al culto la iglesia de Santiago y se acaba de reinaugurar la iglesia de San Dionisio tras más de siete años cerrada al culto, y esas son obras que tiene que pagar, aunque sea en parte, el obispado de Jerez. Por lo que parece que por ahora habrá que conformarse con esta casa sacerdotal, que no olvidemos que hasta hace años, era una simple utopía.