Los jugadores del Barcelona celebran el primer gol, obra de Messi, que puso en ventaja al equipo de Guardiola. :: AP
MÁS FÚTBOL

El Barcelona revienta la Liga

Sin realizar un partido maravilloso, los azulgranas minimizan a un Madrid caótico e impotente

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La 'bella' superó a la 'bestia' en el esperado cruce de caminos decisivo que marca otra Liga pintada de azulgrana. Sin lucir una de sus mejores galas, sin un nueve de referencia por la baja de 'Ibra' y sin Iniesta en el once inicial, el Barça se sobró para demostrar su indiscutible superioridad ante el Madrid del talonario. Con pausa, con calma, con individuales, con estilo y con un extraordinario trabajo táctico detrás, desactivó el entusiasmo febril de un Cristiano que acabó desesperado. Igual de impotente que todo su equipo. Ni más, ni menos.

Sinopsis de un campeonato bipolar en el que, visto lo visto, resulta increíble que los de Pellegrini hubieran ganado sus 15 partidos en el Bernabéu. El Barça volvió a ser fiable en una final, un bloque reconocible, con personalidad e imparable en cuanto aparecen Messi y Xavi.

Incluso contemporizó al ver que el primer proyecto de la segunda era galáctica agonizaba a falta de siete jornadas. Sin 'Champions', noqueados en Copa por el 'alcorconazo' y con la Liga virtualmente perdida, ya que el Barça tendría que pinchar dos veces y el Madrid ganarlo todo, el final de curso puede resultar terrible para Pellegrini y los suyos.

Definitivamente, con Guardiola murió ese Barça victimista que se arrugaba en el Chamartín, preso de un ataque de pánico. Por vez primera en su historia, ganaron dos años seguidos en feudo de un archirrival minimizado.

El Madrid propuso un partido muy trabado, de equipo menor, pero ni así intimidó a los catalanes. Se siente seguros, fuertes, infranqueables, fieles a los valores de La Masía y con un Messi en estado de gracia. Apareció poco pero resultó letal el argentino, quien abrió la lata que luego cerró Pedro.

El 'Balón de Oro' ya suma 27 goles y junto al canario acumulan 35 de los 77 tantos del Barça en esta Liga de los récords, algunos espumosos por falta de rivales de enjundia.

Guardiola preparó una sorpresa que nadie incluyó en su guión. Prescindió de Iniesta, quien había disfrutado de algunos minutos ante el Arsenal después de su lesión pero todavía está lastrado, y situó a Alves como extremo. Puyol se fue al lateral, con Milito y Piqué de centrales. Aunque el brasileño necesita más recorrido y sufre si recibe de espaldas, pensó el técnico que de este modo podría aprovechar su equipo los desajustes del Madrid cuando Marcelo arranca y Arbeloa, que no es lateral puro y menos izquierdo, se queda sin ayudas. El Barça se situó con un 4-1-4-1 tan versátil que llegaba a convertirse en un 4-3-3. En ausencia de 'Ibra', Messi era el punta, pero con libertad plena para moverse entre líneas o caer a bandas.

Pellegrini dijo que no temía al Barça y que el Madrid no variaría su estilo. Y al menos la segunda premisa la cumplió. No hacerlo era poco menos que imposible. Si los blancos han matado todo el curso al contragolpe, sería de locos que al campeón le planteara un partido de tú a tú.

Líneas muy juntas y transiciones rápidas, tanto que resultaban alocadas. Cristiano intentaba una arrancada imposible, Marcelo la jugada de su vida... Siempre acciones individuales, previsibles para un Barça perfecto en las ayudas y con Busquets incrustado en defensa casi como un tercer central.

Es cierto que el Madrid sujetó bastante bien al Barça durante media hora, a base de trabajo, de constantes faltas tácticas, de un intento denodado de marcar territorio, pero a la hora de salir fue caótico. Xabi Alonso estaba más preocupado de defender que de organizar y encima se veía solapado por Gago, obligado incluso por momentos a venirse a la derecha. Y Van der Vaart tampoco gobierna el centro del campo. Todo supeditado a las aventuras de Cristiano, Higuaín y Marcelo.

Sabedor de que en el peor de los casos un empate podría valerle, el Barça era mejor. Ocupaba mejor los espacios, tocaba más y se desgastaba mucho menos. Era cuestión de paciencia, de que apareciera Messi y de que Xavi encontrarse más espacios. Y vaya si lo consiguieron.

Decisivo Messi

Primero, el argentino se internó y pudo ser objeto de un penalti por parte de Albiol, que se pasó de frenada. Más tarde, hizo la pared con el de Tarrasa, controló con el pecho y no perdonó. Y entre medias, Mejuto perdonó la segunda amarilla a Xabi Alonso. Pésimas noticias para el Madrid, ya que encima Cristiano se quejaba del tobillo.

El Barça es letal con el resultado a favor. En la reanudación, Guardiola volvió a ejercer. Alves a su lugar natural, Puyol al lateral izquierdo, Maxwell de interior izquierdo hasta que salió Iniesta y Pedro a la derecha. Jugada maestra porque enseguida llegó la sentencia.

El canario se internó sin oposición, en un error clamoroso en el repliegue de Cristiano, Marcelo y Arbeloa, y la cruzó lejos de Casillas. Al Madrid sólo le quedaba la heroica y la magia de Guti, que entró justo después del gol para jugar su último clásico. O que el Barça se gustase tanto que le volviera a ocurrir lo de los últimos minutos ante el Arsenal en el Emirates. Víctor Valdés al fin intervino pero, esta vez, los francotiradores del Madrid parecieron niños que disparan en la feria. Hasta dio la sensación de que el Barça evitó hacer sangre.