Proa del 'Minerva', un crucero de tamaño medio que atracó en el puerto el pasado miércoles. :: ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

El desembarco de cada día

El horario continuo se aplicará como prueba 26, 27 y 28 de este mes, tres días en los que recalarán diez buques turísticos El comercio ensaya un plan ante la escala de 28 cruceros hasta final de abril

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Hace más de un año que es una evidencia diaria, pero la reacción se hacía esperar. Durante 2009, los que recorren a pie el casco antiguo descubren cada mañana que el colectivo social más numeroso, visible y constante en las calles del centro es el de los cruceristas.

El incremento de este sector turístico en el puerto gaditano ha saltado la frontera de los números, las declaraciones institucionales y los balances en los medios de comunicación. Mucho más allá de las cifras, esta presencia es una realidad constante para cada ciudadano.

Al mismo ritmo que crecían los miles de visitantes mensuales por vía marítima, se incrementaba un debate ciudadano: ¿aprovechan los sectores comercial y hostelero de la ciudad el caudal de turistas que llegan a través del puerto? Esa pregunta, que ha dado para mucha discusión, tendrá algo parecido a una respuesta coordinada este mismo mes.

La fecha ha sido escogida, también, gracias a una evidencia numérica. Desde hoy hasta el último día del mes, el puerto gaditano recibirá escalas de 28 buques de pasajeros. La media supera, de largo, el buque por día. Algunas de las naves 'Eurodam', 'Vision of the Seas', 'Saga Pearl II', 'Prince Albert II' y 'Celebrity Equinox' son de gran calado y su pasaje supera con mucho el millar de visitantes. Este riego por goteo para la microeconomía gaditana alcanzará proporciones de diluvio en una jornada concreta. Será el 27 de abril. Ese martes, los muelles gaditanos recibirán cinco barcos turísticos, además de la escala regular del 'Belle de Cadix'. Si se suman los días 26 y 28, resultan diez buques en 72 horas.

Esa fecha, por tanto, ha sido elegida como epicentro del experimento comercial. La ciudad, a través del colectivo Cádiz Centro Comercial Abierto, pondrá en marcha la prueba de la que tanto se ha discutido: la apertura ininterrumpida de establecimientos y tiendas.

De esta forma, los empresarios podrán comprobar si la fórmula que les reclaman los ciudadanos (con las instituciones al frente) es realmente rentable. La disparidad de horarios habituales en Andalucía con los hábitos de los visitantes (norteamericanos, británicos, alemanes y franceses, principalmente) hacen que su recorrido por las calles de la ciudad (después de su temprano almuerzo) se encuentre con una interminable fila de tiendas cerradas.

Las reservas de los industriales se basaban en el bajo número de cruceristas que permanece en la ciudad tras el atraque, aunque esa tendencia a la excursión a Jerez de la Frontera o Sevilla no deja de menguar, según datos facilitados por la Delegación de Turismo del Ayuntamiento de Cádiz.

Para despejar la duda, para aclarar de una vez si la ciudad desperdicia un filón comercial o ese maná es bien escaso, este mes de abril reserva tres fechas fundamentales. La víspera del gran desembarco masivo comenzarán tres días (26, 27 y 28 de este mes) con horario comercial ininterrumpido, planteado como una oferta específica para el turismo crucerista.

«Queremos tener una experiencia de ese tipo, en época de cruceros y haremos la prueba para ver cómo funcionan los comercios en este contexto», ha defendido siempre José Domingo Prieto, gerente de Cádiz Centro Comercial Abierto. Ante la crítica común de la falta de actitud para aprovechar un aparente filón de ventas, el representante de los industriales enfriaba las expectativas. «El problema nunca fue la falta de voluntad de los empresarios». Alegaba que la gran duda es «la rentabilidad».

Cádiz Centro considera que es fundamental la información previa, que los cruceristas sepan antes de desembarcar que van a encontrar una ciudad sin siesta, un centro comercial que abandona sus tradiciones horarias para adoptar las del cliente. «Abrir al mediodía pasa por una mejor información a nuestros clientes para que sepan a lo que vienen. Sabemos que el tener distintos horarios confunde al consumidor y hemos iniciado un diálogo con nuestros asociados para que todos cierren a la misma hora».

Se trata de una prueba. Sólo si hay un porcentaje alto de satisfacción (mejora de ingresos) se propondrá la regularidad de la medida.

Prieto ha insistido durante los últimos seis meses, de debate interno entre los comerciantes, que la medida debe contar con un alto grado de respaldo previo: «Sinceramente, creo que vamos a contar con todos porque se trata de un proyecto ilusionante en el que nadie se puede quedar fuera».

Sobre todo, que no se queden fuera de los locales los visitantes. De esa forma, los gaditanos podrán salir de la duda transformada en debate público: ¿los cruceristas son clientes a los que prestar una rentable atención preferente o sólo pueden ser considerados unos omnipresentes paseantes matinales?