Sociedad

Del perdón a la penitencia

Un preso que iba a ser indultado en Granada esta Semana Santa vuelve a la cárcel al ser detenido con un kilo de cocaína

GRANADA. Actualizado: Guardar
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Cada Semana Santa, un reducido grupo de reos consigue verse liberado de su condena gracias a la petición de indulto que realizan desde hace décadas varias cofradías de penitencia. Este privilegio no se concedía en Granada desde hace más de ochenta años. Concretamente, desde 1928, cuando la Hermandad de la Soledad de San Jerónimo del Viernes Santo solicitó por última vez esta gracia para un preso. Este año ya se había tramitado y aprobado el indulto para A. S. L., de 40 años, que disfrutaba del tercer grado desde hace unos meses, después de haber sido condenado a tres años de privación de libertad por un delito contra la salud pública. El Consejo de Ministros y hasta el Rey habían aprobado la propuesta del Ministerio de Justicia, y ya se había publicado en el Boletín Oficial del Estado.

El indulto se iba a materializar mañana mismo, Viernes Santo. Pero, por lo que se ve, A. S. L. no ha puesto demasiado de su parte. No ha demostrado el arrepentimiento necesario, ni su intención de reinsertarse en la sociedad. Tampoco ha cumplido con la condición de no volver a cometer delito doloso en un plazo de cuatro años. Al reo que iba a liberar este Viernes Santo la cofradía de la Soledad lo detuvieron el lunes los agentes de la Guardia Civil por su presunta implicación en un asunto de narcotráfico. Estaba recibiendo un kilo de cocaína de gran pureza llegada desde Colombia.

Se le había elegido precisamente a él porque el proceso de reinserción ya estaba en marcha. «Trabajo en una carpintería que, pese a la crisis, se defiende bastante bien. Me llevo muy bien con mis compañeros y hago una vida normal, porque yo nunca estuve enganchado a la droga. No era ni soy consumidor, por lo que rindo perfectamente en mi empresa», declaró A.S.L. cuando recibió el tercer grado. Su detención, en el marco de la 'operación Dardo', fruto de dos meses de investigación de la Guardia Civil, viene a desmentir esas buenas intenciones.

Los agentes de la Policía Judicial del instituto armado llevaban ya tiempo siguiendo la entrada en Granada de cocaína procedente de Colombia. El lunes, dentro de este operativo, los agentes intervinieron en el momento de la entrega de la droga. Impidieron el intercambio y detuvieron a cinco personas, dos de ellas españolas y tres de origen colombiano. A. S. L. era el receptor del alijo, nada menos que un kilo. Encontrar la mercancía no fue fácil para la Policía, ya que los narcotraficantes se valieron de la hija de uno de los implicados, un bebé de apenas un año, para esconderla. La cocaína había sido camuflada en los pañales y otros enseres de la recién nacida, con la intención de no levantar sospechas.

Algunos de los implicados presentaron fuerte resistencia a la detención, por lo que en el arresto se les imputa no sólo el delito contra la salud pública, sino también atentado contra agentes de la autoridad. Y ahora, el juez ha ordenado el ingreso en prisión de A. S. L. Su vuelta a la penitenciaría comporta la anulación del acto simbólico de liberación que la Hermandad de la Soledad de San Jerónimo pretendía llevar a cabo mañana. El Hermano Mayor de esta cofradía, José Antonio Alemán, ya ha explicado que por ahora A.S.L. es todavía «presunto autor» de un delito, pero que si se sigue adelante en su implicación en este feo asunto «se anulará el indulto». Y así pasará del perdón a la penitencia.