Imagen del lugar del atentado ofrecida por una televisión rusa. :: EFE
MUNDO

La campaña de terror contra Rusia alcanza a Daguestán con dos nuevos atentados

El jefe de la guerrilla separatista chechena, Dokú Umárov, se atribuía ayer en una grabación las explosiones de Moscú

MOSCÚ. Actualizado: Guardar
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Los extremistas islámicos han decidido no dar tregua a Rusia. Tan sólo 48 horas después del doble atentado del lunes en el metro de Moscú la zarpa del terrorismo vuelve a golpear de nuevo. Dos veces otra vez. En esta ocasión el escenario de la tragedia fue la ya castigada república de Daguestán. En sendos ataques perpetrados por dos suicidas -en este caso, varones- en la localidad de Kizliar, situada en la misma frontera con Chechenia, perecieron ayer 13 personas y 29 resultaron heridas.

Mientras tanto, el jefe de la guerrilla separatista chechena, Dokú Umárov, se atribuía en una grabación difundida por la página insurgente (www.kavkazcenter.com) las explosiones de Moscú. El dirigente terrorista, que encabeza además el grupo denominado Emirato Caucasiano, dice que las 39 muertes son la respuesta a la «matanza de desamparados aldeanos chechenos e ingushes perpetrada por los ocupantes rusos», el 11 de febrero cerca de la localidad de Arshti (Chechenia). Alerta además sobre nuevas acciones violentas. Umárov ya reivindicó en noviembre el ataque contra el ferrocarril Nevski Express, en el que murieron 26 personas.

Policías muertos

Antes del comienzo de una reunión del Consejo de Seguridad ruso, convocada con carácter urgente, el primer ministro, Vladímir Putin, dijo ayer que los últimos atentados pueden haber sido organizados por el mismo grupo. «No descarto que actuaran los mismos criminales», manifestó. Lo mismo vino a decir el presidente, Dmitri Medvédev, en su intervención ante los principales responsables de la seguridad. Afirmó que lo sucedido en la capital el lunes y ayer en Kizliar «son eslabones de una misma cadena».

El primer atentado de ayer en Daguestán se produjo a las 8.42 horas en la calle Moskóvskaya (moscovita) de la ciudad de Kizliar. A un todoterreno Niva le fue dado el alto en un puesto de control para comprobar su maletero, pero no se detuvo. Al ver que los agentes le habían cerrado el paso, el conductor hizo explotar la carga que portaba. Murieron en el acto dos policías y una mujer que se hallaba cerca. Quince minutos más tarde, cuando al lugar llegaron los equipos de salvamento, los bomberos, las ambulancias y toda una brigada de las fuerzas de seguridad otro suicida disfrazado de policía detonó un segundo artefacto. Murieron diez personas, entre ellas el responsable local de Interior y seis agentes más.