Los bomberos apagan los rescoldos del atentado de la T-4. :: AFP
ESPAÑA

ETA ensayó el explosivo para la T-4 en Venezuela

Ambos grupos acordaron crear una «cortina guerrillera» en Europa y América Latina Relaciones ETA-FARC Los instructores probaron con los colombianos la potencia del hexógeno

MADRID. Actualizado: Guardar
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ETA no sólo enseñó a las FARC a usar explosivos militares o a utilizar móviles como detonadores de bombas, como recoge el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco en su último auto. Los informes de la Comisaría General de Información de la Policía revelan que al menos cuatro etarras ensayaron con los terroristas colombianos en plena selva como utilizar 'hexógeno', el explosivo más potente de su arsenal y que ETA usaría el 30 de diciembre de 2006 para volar el aparcamiento de la T-4 de Barajas, el atentado que costó la vida a dos ciudadanos ecuatorianos y puso punto final a la última tregua de ETA. El interrogatorio de los agentes de los servicios de Información españoles a cuatro de los 'arrepentidos' el pasado octubre en Bogotá ha servido también para saber que los etarras se dedicaban a dar clases de 'política' sobre las virtudes de Batasuna.

El testimonio de uno de estos cuatro guerrilleros desmovilizados de las FARC, apodado 'César', es el que revela la importancia de aquellos cursos. Él participó en varias clases que tuvieron lugar a mediados de 2006, medio año antes de la T-4, en los campamentos denominados 'Malanga', 'El Tigre' y 'Las Pavas', «todos ellos en territorio venezolano». En esos lugares, 'César' coincidió con cuatro 'profesores' etarras: de dos de ellos sólo facilita las características físicas, el tercero es 'Schumacher' y el cuarto, 'Carlos', identificado como el etarra José María Zaldúa Korta, 'Aitona', en las fotografías. Participaron en los cursillos entre 35 y 55 guerrilleros.

Los etarras enseñaron a sus alumnos «técnicas y uso de explosivos que se escapaban del uso común de la guerrilla». Entre ellos, el C-4, un explosivo militar muy fácil de encontrar en Venezuela porque se usa en prospecciones petrolíferas; la pentrita, un clásico de ETA; y un tercer explosivo desconocido para las FARC y que los etarras comenzaban a usar de forma experimental entonces y que 'Cesar' llama RDX.

Ciclonita

Se trata, apuntan los expertos antiterroristas, de hexógeno, ciclonita o ciclotrimetilentrinitramina, el reforzante que, tras el atentado del aeropuerto de Barajas, ya ha aparecido en varios almacenes incautados a la banda. La confesión del 'arrepentido' es la primera referencia fiable del uso de hexógeno por parte de ETA.

El informe remitido a la Audiencia Nacional por la Policía, fechado el 10 de noviembre de 2009, apunta además que en 2006 los instructores de ETA revelaron muchos otros de sus secretos, tales como «fabricar iniciadores (de bombas) de mercurio dentro de una jeringa de metal para activarse con el movimiento» o «cómo y dónde poner las cargas para hacer coches bombas y colocar bombas lapas», apuntan los documentos de los expertos antiterroristas.

'Camilo', otro 'arrepentido' desmovilizado en septiembre de 2007, también aportó datos sobre el alto nivel de esos cursos a los dos agentes de la Comisaría de Información que se desplazaron a Colombia. 'Camilo' asistió a un curso impartido por Iñaki Domínguez Atxalandabaso y otro etarra conocido como 'Martín Capa' en verano de 2007, las últimas clases de las que tiene referencia la Policía. «Enseñaron -apuntan los informes- a utilizar teléfonos móviles como sistemas para iniciar cargas. Para ello debían utilizar un cable unido al conector de batería, (...) después se realizaba una llamada a ese teléfono y, tras oír el primer tono, estallaba el explosivo». El 'arrepentido' dio además todo tipo de detalles de cómo los etarras controlaban el uso del C-4 y cómo les instruyeron para hacer bombas con «sistemas de iniciación por movimiento y por presión», aunque recomendaron a sus alumnos que no utilizaran este tipo de artefactos hasta no ser más expertos en su manejo.

Adoctrinamiento político

Los comandantes de las FARC quedaron encantados con las enseñanzas sobre bombas ya que los guerrilleros colombianos, hasta entonces, sólo usaban los explosivos ANFO y R1, mucho menos versátiles, según se recoge en los atestados. A cambio de tanta enseñanza, los miembros de ETA, entre ellos Zaldúa, fueron alumnos en prácticas de tiro y tuvieron la oportunidad de participar durante seis meses en el exigente «curso de fuerzas especiales» de la FARC.

Pero los «expertos en nuevos sistemas» -denominación que las FARC daban a los etarras- no se limitaron a clases militares, también hicieron adoctrinamiento político en la selva. Los «camaradas que vienen de lejos», como eran presentados en los cursillos, dieron «charlas políticas». Los informes de los dos agentes que interrogaron a 'Camilo' revelan que los etarras «explicaron que venían manteniendo una lucha contra el estado Español a favor de la independencia de su pueblo (vasco), que buscaban esa independencia desde todos sus frentes. Que incluso habían procurado avanzar en la lucha política a través de un partido político denominado Batasuna, pero que no le habían dejado y que era la lucha armada la base de su actividad».

En esas «clases de formación política» a los guerrileros colombianos, los miembros de ETA glosaron las virtudes de la coalición 'abertzale', a la que situaron como «una herramienta más dentro de su estrategia política». Incluso explicaron los procesos de ilegalizaciones de sus formaciones herederas, que fueron «criminalizadas» por los tribunales de justicia.

«Los instructores -se precisa en los documentos- les enseñaron que ETA y las FARC tenían coincidencias ideológicas importantes que les unían y que el futuro se incrementarían los seminarios formativos compartidos entre ambas organizaciones con vistas a fortalecer la 'cortina guerrillera' en Europa y Sudamérica». «ETA (se comprometió) a estar muy pendiente de las necesidades de las FARC con la intención de globalizar la lucha».