El apretón

Hay que apretarse el cinturón. Expresión que, con mucha malaje, utilizan los menos indicados para decir que una mayoría tienen que aviarse con menos por el bien de la economía de unos pocos (economía nacional le llaman). Como siempre el maldito apretón lo tienen que padecer los mismos. Más cierres de empresas, menos trabajo estable, más paro, salarios aún más bajos, etc..., como si los trabajadores fueran responsables de la situación mientras los verdaderos culpables siguen viviendo tan bien. Para dar ejemplos de austeridad, a partir de ahora, el banquero señor Botín acompañará sus comidas con Don Simón; el señor Díaz Ferrán, jefe de los empresarios, viajará en vuelos de bajo coste (menos con Air Comet) y el empresario y perfumista Adolfo Domínguez usará Barón Dandy.

Zapatero, ministros, congresistas y senadores también se suman a la tesis del cinturón apretado y este año, como muestra de sacrificio, no se suben el 0,3 % en sus escasos sueldos. Hasta nuestro Monarca -también anda el hombre preocupado por la crisis económica- es posible que este año pase menos días, junto a su numerosa familia real, en el palacio de verano mallorquín y paseen menos en el yate como gesto solidario.

Después de todas estas muestras significativas de sacrificio nadie tendrá razones objetivas para no darse un buen apretón en su cinturón aunque muchos se asfixien o les llegue la lengua al ombligo.

Todo sea por España, Europa y la Humanidad.