NI CARTERA NI CANTERA

El nuevo fiasco del multimillonario y suntuoso proyecto deportivo de Florentino Pérez ha vuelto a poner en evidencia que, muy a pesar del presidente del Real Madrid, no todo en el mundo del fútbol puede comprarse con dinero.

Además, el penúltimo fracaso del Real Madrid de los galácticos en la 'Champions' esta misma semana ante el Olympique de Lyon ha reabierto el siempre manido debate del talonario o la cantera.

El ejemplo reciente del Barcelona avala la tesis de los que apuestan por el trabajo desde la base más profunda para conseguir grandes logros. Y no es que Pep Guardiola haya inventado nada. Antes, el propio Real Madrid de la «Quinta del Buitre» admiró al universo futbolístico y las canteras de la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao coparon todos los títulos a principios de la década de los ochenta.

Aun así, tampoco tirando de chequera les ha ido nada mal al Milán de Berlusconi o al Chelsea de Abramovich, aunque sí les ha salido infinitamente más caro.

Lo que no puedo es evitar sumirme en la desesperanza al tratar de aplicar alguno de estos modelos en el Xerez actual. Este club, sin patrimonio y sin tener donde caerse muerto, no podría pagar traspaso ni por un utillero de Segunda B.

Cierto es que esta situación se repite en decenas de clubes, pero en el caso del Xerez, la ausencia de instalaciones y de una estructura mínimamente decente para trabajar la cantera agrava sobremanera su porvenir.

Después se nos caerá la baba ante ejemplos tan rentables como los de Mareo o Lezama, pero hoy por hoy es imposible un modelo basado en la cantera cuando llevamos lustros maltratándola.