Toque de atención

Como gaditano y aficionado a lo mas representativo de nuestra ciudad acudo cada domingo al estadio Carranza, desde mi juventud, a disfrutar y, como no, a sufrir los avatares de nuestro equipo, el Cádiz, antes Club de Fútbol y actualmente Sociedad Anónima Deportiva. Disfruto, y digo bien disfruto, cada domingo viendo la marea amarilla que acude con la ilusión renovada de ver ganar al equipo. Muchas veces, las mas, salimos cariacontecidos y resignados al ver como, incomprensiblemente, van volando puntos y ocasiones de asentarnos tranquilamente en la clasificación y otras veces, las menos, lo hacemos jubilosos tras alguna que otra victoria. Ese es nuestro sino.

En esta nueva etapa, la de S. A. D, la afición siempre ha respondido a la llamada del equipo. Es incomprensible que tanto en segunda B como este año las gradas estén repletas de aficionados. No hace mucho el abandono al equipo de nuestros amores fue fuente de inspiración de un acertado cuplé del Yuyu. Hoy no se podría escribir porque Carranza es de los estadios que mas aficionados recibe. Pero cuidado, esta época de bondades puede acabar por torcerse. El pasado domingo fui testigo de algo insólito, algo impensable. A mediados del segundo tiempo y ante una inexplicable pájara del equipo las cañas se volvieron lanzas y la afición se enfrentó con todo, con el presidente, con los jugadores, con el portero. Soy de los que censuran esta actitud y sobre todo las formas porque, hay que esperar al desenlace final para mostrar la disconformidad pero, tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Espero y deseo que lo ocurrido el pasado domingo no se repita sería bochornoso, pero también deseo que el equipo reaccione, puede y debe hacerlo. Por cierto, si se va Muñoz ¿Quién viene? Tiempos pasados no fueron mejores que este, ¿o no?