TRES MIL AÑOS Y UN DÍA

PSOE, ¿UN CONGRESO POR FAX?

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Hay quien dice que el PSOE de Andalucía podría celebrar por fax su próximo congreso de los días 12 y 13 de marzo: aunque nunca cabe descartar sorpresas, se masca la unanimidad absoluta de sus delegados en apoyo de que José Antonio Griñán, presidente de la Junta de Andalucía, asuma también la secretaría general del partido. Será la crónica de una votación anunciada, como lo fue ayer el encuentro entre los socialistas gaditanos para designar a los 52 delegados que corresponden a la provincia y que resultaron electos durante una asamblea celebrada en la Fabrica de Tabacos, donde los asistentes -casi 300 compromisarios más 200 invitados sin voto--, con cierto aire funeral, fumaban la perplejidad y la incertidumbre ante los tiempos venideros. Estaban, lo dijo su secretario general Francisco González Cabaña, esperando a Godot.

¿Por fax? Imposible. Por fax no salen las caras y en estos días los gestos son tan importantes o más que las decisiones que se adopten. Y hubo gestos, por ejemplo, en Arcos, donde la pasada semana Griñán agradeció ese apoyo anticipado de los socialistas de Cádiz. Claro que González Cabaña venía a recordar la cuota histórica que corresponde a la provincia en el reparto del poder interno del partido y en la distribución de consejerías, Griñán se limitó a conceder que en la futura ejecutiva que prepara estarán los mejores, los más capaces. Al menos, eso sí, los que él considera los más capaces y los mejores. Los principales hombres de Griñán en la provincia de Cádiz son las mujeres y los jóvenes, aunque por lo que afirman quienes le conocen, el inminente secretario general de los socialistas andaluces no quiere dejar arriada a esa generación puente que media entre la gerontocracia socialista, en la que él mismo figura, y los valores emergentes en el socialismo andaluz como el secretario de organización Rafael Velasco, que se mantendrá previsiblemente en liza, o el secretario provincial de Huelva, Francisco Jiménez. Ayer mismo, abandonó la secretaría general del PSOE de Jaén un peso histórico, Gaspar Zarrías, que se ha alineado con Griñán aunque no necesariamente quiera decir que Griñán vaya a alinearse con él. ¿Qué ocurrirá con Luis Pizarro? El socialista gaditano, todavía vicesecretario general del partido, va a seguir la línea de Manuel Chaves y no presentará batalla interna, sino que asumirá más que su jubilación su pase a la reserva. El PSOE, en cierta forma, tendría al menos que agradecerle los servicios prestados pues, con independencia de aciertos y errores, Pizarro fue, como secretario de Organización de los socialistas, uno de los factores determinantes para que hubiera paz interna en dicha formación durante los últimos quince años. Se merecería, qué menos, si no un reloj de oro, una palmadita en la espalda. ¿Podría ser el candidato socialista a las municipales en Cádiz? Ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Si él quiere, lo será. Lo que la nueva cúpula socialista de Andalucía no parece que vaya a aceptar es un nuevo candidato a palos, que se inmole en nombre del partido para ser nuevamente vapuleado por el PP de Teófila Martínez. Un 80 % de los actuales alcaldes socialistas -vaticinó Griñán-aspirarán de nuevo a serlo a partir del próximo verano. Por regla general, el futuro secretario general de los socialistas andaluces está dispuesto a dar por bueno que alguien que gane unas elecciones sea el candidato en las próximas.

En rigor, se trata de una norma tácita que auspició el propio Manuel Chaves a partir de que el PSOE perdiera la Alcaldía de la capital gaditana tras deponer a Carlos Díaz a favor de una candidatura de renovación que encabezó fallidamente Fermín del Moral. Lo mismo, por cierto, que puede ocurrir en Sevilla con Alfredo Sánchez Monteseirín.

Al ser congreso extraordinario, no habrá de momento congresos provinciales posteriores. Así que, si no ocurren otras sorpresas, la actual ejecutiva que titula González Cabaña mantendrá la regencia hasta que se superen al menos las elecciones municipales. Sin embargo, todo parece anunciar que gozarán de una autonomía relativa, si se tiene en cuenta que Griñán ya está anunciando la renovación de candidaturas locales a algunos alcaldes y alcaldesas que venían sintiéndose especialmente nerviosos quizá porque no contaban con demasiada sinergia con respecto a los representantes provinciales del partido. Es el caso de Pilar Sánchez, la alcaldesa de Jerez, cuyo nombre no pronunció Griñán en vano durante el encuentro de Arcos, sobre todo si se tiene en cuenta que, meses atrás, González Cabaña llegaba a reunirse con sus disidentes, durante el viaje de luna de miel de la primera edil jerezana. Ahora, se cuenta que ambos han alcanzado un pacto de no agresión que, como diría el guionista de 'Casablanca', puede ser el comienzo de una larga amistad. ¿Qué ocurrirá con Rafael Román, otro de los preteridos por la actual dirección provincial del partido en Cádiz? De momento, ni él ni José Luis Blanco figuran entre los delegados del PSOE de Cádiz al Congreso Regional, aunque ambos asistirán al mismo en su calidad de miembros del comité director de los socialistas andaluces. Román, desde luego, no aspira a presentarse de nuevo a las elecciones municipales pero podría asumir mayores cargos internos o incluso responsabilidades institucionales de los que actualmente mantiene como diputado al Congreso. Según todos los indicios, Griñán está por renovar el partido y no necesariamente por limitarse a rejuvenecerlo. De ahí que el espectro generacional de sus cómplices gaditanos abarque una horquilla amplia, desde Daniel Vázquez a Bibiana Aído, aunque tampoco quepan descartar otros nombres como los de las alcaldesas Irene García o Pepa Caro, de Sanlúcar y de Arcos de la Frontera respectivamente. La actual dirección que a primera vista parece respaldar a Griñán, a lo mejor no acepta a sus cachorros. Y podrían plantearle batalla a algunos de ellos como al portavoz del PSOE en San Fernando, Fernando López Gil, una de las nuevas caras emergentes del socialismo gaditano al que la vieja guardia ve con ciertas reticencias.