Cartas

El paraíso no está detrás

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Somos pobres porque somos víctimas de una violencia estructural, de un sistema que manipula a la persona despojándole de su ser y que la considera un mero producto del mercado. Los nuevos popes de la economía condicionan el desarrollo económico a una política basada en la precarización del mercado de trabajo, mas privatizaciones y mayores sacrificios para los trabajadores. Mucho se nos ha hablado de la economía de la innovación y del crecimiento, pero nadie ha enarbolado la bandera de la inclusión social. Sin que nos hayamos dado cuenta el modelo americano ha invadido Europa. Despidos por razones sindicales, cierres empresariales como respuesta a la sindicación, privación de los derechos sindicales básicos, obstáculos a la negociación colectiva, restricción de las actividades de los trabajadores, plena libertad para los empleadores, reemplazo permanente de los huelguitas, huelgas provocadas por los empleadores, exclusión de ciertos grupos de la legislación laboral nacional. Decía Saint-Simon: «El paraíso no esta detrás, sino delante nuestro». Pero para ello debemos dar voz a los sin voz, democratizando la democracia.