«Se me da mal el 'kiss-kiss'»

Si en la moda hubiera 'oscars', ella ya tendría alguno. Eugenia Silva (Madrid, 1976), sobrina honorífica de Giorgio Armani y carnal de Antonio Hernández Mancha («aunque no por ello de derechas»), es licenciada en Derecho y reina en portadas y pasarelas. Hace unos días volvió a Cibeles. Para brindar con vodka.

- ¿Qué cóctel la define?

- Un cóctel que al principio no sabes muy bien por dónde va, pero que luego acaba enganchando.

- Casi nada.

- Bueno, yo me veo mil defectos, pero comprenda que me tengo que vender, je, je... Lo que quiero decir es que, de entrada, no soy una persona simpática. Soy muy reservada, pero con el tiempo me voy abriendo y hago amistades muy duraderas.

- Pues el mundo de la moda es muy de 'public relations'.

- Ya, pero a mí lo que se me da bien es ponerme delante de la cámara. El 'kiss-kiss' ('mua-mua') me cuesta bastante.

- ¿Cómo se metió en esto una niña tan reservada?

- Mi madre era concejal de Cultura por AP en el Ayuntamiento de Toledo. Y un amigo de ella, fotógrafo, insistió en hacerme unas fotos. Se publicaron en 'Abc' y ahí empezó todo.

- Ha pasado por Cibeles para promocionar un vodka. Sin llegar a lo de Kate Moss, supongo que no es abstemia.

- ¡Para nada! Como dijo no sé si Orson Wells, nunca te fíes de un abstemio. Yo soy partidaria de llevar una vida completamente normal, y si hay que beber una copita de vodka 'Grey Goose', pues se bebe. Pero con responsabilidad.

- ¿Nunca se pasa?

- ¿Yo? Jamás. De hecho, a menudo me tengo que decir a mí misma: ¡Relájate! Relaja ese nivel de responsabilidad que llevas, porque a veces es excesivo. Soy muy perfeccionista.

- ¿Sabe que el perfeccionismo es un rasgo de la anorexia?

- No es mi caso. Yo no sé ni lo que peso ni lo que mido. Y no me privo de nada. Es más, el pan me pierde.

- A ver... ¿Qué ha desayunado hoy?

- Dos tostadas con mantequilla y mermelada, un 'scone' (bollito inglés), cereales integrales con leche de soja y un yogur de bífidus activo. Y, por supuesto, mi tetera de té negro 'english breakfast'. Me gusta mucho la bollería, el azúcar...

- ¿Y a qué le sabe ahora Cibeles?

- Dulce, por el cóctel y por los recuerdos.

- ¿Todos son buenos?

- Sí, porque los malos los borro. Para las experiencias negativas tengo una memoria de pez.

-¿Usted conocía a Alexandre McQueen?

- Desfilé con él cuando empezaba. Me enteré en Nueva York de su suicidio. Los genios y los perfecionistas son muy torturados.

- Su amigo Giorgio Armani ¿también perfeccionista?

- ¡Más! Es la persona más perfeccionista que conozco. Y extremadamente controlador. Además, claro, de ser un genio y tener un gusto exquisito. Él dice que yo soy de la familia. Tenemos una visión muy similar de la vida.

- Se la pasa regalando canastillas de recién nacido a sus amigas. ¿Siente que se está perdiendo algo?

- No. Para nada. Estoy disfrutando y aprendiendo mucho. Y cuando, si Dios quiere, sea madre, voy a ser la más experta.

- Le han asociado a usted con el cantante, Pau Donés.

- Es muy amigo mío, de hace mucho tiempo. A cada rato me asocian que si con Iker, que si con éste. Detesto las asociaciones de los periodistas.