Sociedad

No te sueltan hasta cobrar el último euro

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Todos los expertos insisten en que el embargo no presenta ninguna ventaja. «El precio que se obtiene en la subasta pública suele ser inferior al mercado. Además, hay que pagar los gastos del procedimiento», indica la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios). Antes de llegar a ese extremo, hay varias maneras de evitar que el banco tome la iniciativa. A saber: negociar una rebaja del tipo de interés, vender la vivienda voluntariamente, ampliar el plazo de devolución... Esta última medida, no lo olvide, será gratis hasta el próximo 22 de abril.

Exprimir todas las posibilidades es lo sensato pero, como es lógico, se parte de un requisito fundamental: hay que tener dinero. De lo contrario, se puede acabar en un callejón sin salida. «Aquí no es como EE UU, donde las entidades financieras se conforman con la casa y, si no les sirve para cubrir el crédito, se aguantan. En España te persiguen hasta el final... Ya lo dice bien clarito la ley, 'uno responde con sus bienes presentes y futuros'. El banco te puede dejar sin el inmueble y luego embargar tranquilamente la nómina. Todo, para que no te quedes sin pagar ni un solo euro», alerta el abogado Gustavo Fajardo, asesor jurídico de la ONG AESCO (Asociación América, España, Solidaridad y Cooperación). A la hora de de saldar la deuda, la figura del avalista también es de suma importancia; sobre todo porque la entidad financiera muchas veces le otorga el rango de 'solidario'. Es decir, en caso de necesidad, los padres o hermanos pueden acabar respondiendo en primer lugar y así, de paso, el banco se ahorra la molestia de promover el embargo de la vivienda.

Recuerde, por otra parte, que si ha incurrido en morosidad (impago de al menos tres recibos), nadie querrá concederle un préstamo. Ni siquiera una tarjeta de crédito. ¿Por qué? Por las cautelas del banco, que se habrá encargado de incluir su nombre en un registro o 'lista negra'. Eso sí, una vez que cumpla con su obligación, «sólo podrá aparecer como persona con 'saldo deudor cero' durante un máximo de tres meses», aclara la OCU. De ahí en adelante, no debe quedar ni rastro de su paso por ese listado de ingrata memoria.