Seguimiento masivo de la huelga contra el Gobierno griego

Los sindicatos de Grecia hicieron ayer una demostración de fuerza con una huelga general, secundada por un 80% de los trabajadores, en protesta por las medidas anticrisis anunciadas por el Gobierno socialista. El paro paralizó el país durante gran parte del día, una jornada marcada por grandes protestas y algunos incidentes violentos entre manifestantes y la policía antidisturbios.

Todas las oficinas públicas, hospitales y universidades cerraron y gran parte del transporte público urbano no funcionó durante la jornada, mientras que todos los servicios de trenes y aviones fueron suspendidos hasta las 6.00 horas de hoy. En los hospitales públicos, los médicos sólo atendieron los casos de máxima urgencia, mientras que las cadenas de televisión y las radios no emitieron informativos. Por el contrario, el sector turístico no secundó la protesta, al igual que parte del sector comercial. Los sindicatos se mostraron satisfechos ante la «muy alta participación» en la huelga y anunciaron más movilizaciones contra las medidas del Gobierno para las próximas semanas.

Dos grandes manifestaciones llenaron el centro de Atenas, con especial fuerza de los trabajadores comunistas, que no dan tregua al Gobierno del primer ministro griego, el socialista Giorgios Papandreu. La Policía griega calcula que la participación rondó las 20.000 personas, aunque los sindicatos elevaron la asistencia al menos hasta el doble.

La huelga fue convocada para rechazar las estrictas medidas de austeridad impuestas a Grecia por la UE por su desbordado endeudamiento.

Papandreu, elegido en octubre pasado, quiere recortar los sueldos de los funcionarios públicos, rebajar el gasto social en un 10% y aumentar algunos impuestos para reducir el déficit público en 4 puntos porcentuales este año.

El primer ministro había expresado su comprensión por el malestar popular, aunque insistió en que el Estado griego simplemente «no tiene más dinero». La deuda pública del país supera el 110% del PIB y Atenas debe refinanciar este año unos 53.000 millones de euros de su débito.

Los sindicatos aseguran que el Gobierno ahorra en los ámbitos equivocados. Exigen que el ajuste se reparta de forma más justa para que empleados y jubilados no sean los que paguen por los efectos de la crisis, la más severa en décadas.

Por otra parte, la Comisión Europea calificó ayer de «incompletas» las aclaraciones que le ha enviado Grecia sobre el uso que ha hecho de instrumentos financieros, en concreto, permutas de divisas, para maquillar su nivel real de deuda pública.

A pesar de que la información está incompleta, la oficina estadística comunitaria Eurostat valoró que «por primera vez las autoridades griegas han declarado la existencia de este tipo de operaciones en 2001». Bruselas pedirá a Atenas que remita información adicional «lo antes posible».