Ambiente bélico en Guadalix

No parece 'el reencuentro' el título más apropiado para este nuevo 'Gran Hermano' que ha nacido al calor de los buenos resultados de audiencia de la última edición. El ambiente de los reencuentros suele ser fraternal, alegre, y el de Guadalix es más bien bélico. Claro que según la Real Academia Española, reencuentro también significa 'encuentro de dos cosas que se chocan'. Si sólo fueran dos...

De las broncas menores que le daban hasta cierta vidilla al programa se ha pasado a las descalificaciones gruesas, al insulto a voz en grito y hasta a levantarse la mano. La dirección expulsó en la madrugada de ayer a Bea, de 29 años, apodada 'la legionaria' y una de las concursantes más polémicas. También la que sonaba en los foros como la ganadora de este 'GH' de las segundas oportunidades. La madrileña perdió por completo los nervios tras enzarzarse con Melania, a la que insultó repetidas veces y llegó a amenazar con «reventarla, si no es aquí dentro, fuera». Después de más de tres horas de rifirrafe -o más bien monólogo- con algunos picos que obligaron a intervenir a los demás concursantes como árbitros, la dirección comunicaba la expulsión a Bea. Otra más, porque episodios como éste ya no son excepcionales.

La discusión que fue mucho más que eso comenzó en la medianoche del miércoles, durante una fiesta con alcohol que celebraban los inquilinos de Guadalix y a raíz de un comentario de Melania afeando a Bea que «hace teatro» y «sólo sabe hablar de su hijo». La aludida lo entendió como un ataque a su niño -que tiene 2 años-. A partir de ahí la cosa degeneró como pocas veces se ve en televisión, hasta el punto de que alguno creyó que «Bea iba a matar a Melania», que encajó los insultos llorando.

Durante los momentos más fuertes de la bronca el realizador únicamente ofreció planos del jacuzzi vacío, lo que ha molestado sobremanera a los televidentes que pagan el servicio de 24 horas. No se vio pero sí se oyó, porque no cerraron los micrófonos de los concursantes. Durante un buen rato se escuchó a Bea totalmente fuera de sí, angustiada, amenazando con «reventar» a Melania. En dos minutos le llamó más de treinta veces 'hija de la gran puta' a gritos, mientras pedía otra cerveza y la 'super' rogaba a los demás que retiraran el alcohol. Otro compañero le aconsejaba a Bea que se tomara «la pastilla» porque ella decía que no podía dormir.

El drama acabó con la expulsión «disciplinaria» de la madrileña, que ha seguido el mismo camino que Arturo unos días antes. El de Irún, el concursante más popular de 'GH 11', fue eliminado por arrojar un vaso de vino a Indhira, que a su vez había sido expulsada también en su edición por comportamiento agresivo. Fuera de la casa, el culebrón sigue en los platós.