Editorial

Diálogo envolvente

Gobierno y PP deben llegar a un acuerdo sobre el déficit y el sistema financiero

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El pleno monográfico celebrado por el Congreso de los Diputados en torno a la comparecencia del presidente Rodríguez Zapatero se convirtió ayer en el punto y seguido de un debate sobre la crisis que dura desde la última campaña de las generales, a comienzos de 2008. La crítica desgranada por Rajoy respecto a la actitud mantenida por el presidente frente a la recesión y su apreciable inacción sintonizó de seguro con la percepción de amplios sectores de la opinión pública. Pero el pulso lanzado desde la tribuna para cuestionar infructuosamente la solidez parlamentaria del Gobierno sólo sirvió para confirmar que la apurada liza que mantienen PP y PSOE impide todo acuerdo que pueda considerarse «pacto de Estado», aunque también para dificultar que se alcancen coincidencias más puntuales, o para devaluarlas de antemano. El ardid del presidente de ofrecer y pedir el acuerdo a todos los grupos, evitando que pivote en torno al necesario diálogo entre el Gobierno y el primer partido de la oposición, y el hecho de que comisionase a Blanco, Salgado y Sebastián para procurar aproximaciones en el plazo de dos meses no permite vaticinar resultados trascendentes. Claro que, frente a ello, el Partido Popular ni puede ni debe mantenerse en una política del todo o nada ante las conversaciones que se abran. De lo contrario desdibujaría el papel que por su representatividad le correspondería en los acuerdos que pudieran habilitarse y situaría sus diferencias de criterio más en el plano de la disputa partidaria que en el del rigor y la responsabilidad en materia económica. Es lógico que Mariano Rajoy trate de escabullirse ante la envolvente que supone un diálogo multipartito al que el Gobierno acude inaugurando un nuevo clima de complicidad con CiU y que parece diseñado para llegar a conclusiones demasiado genéricas. Aunque es bueno que el presidente haya fijado un plazo límite de dos meses para que el diálogo multipartito ofrezca lo que dé de sí. Pero tanto el envite de los posibles acuerdos parciales como la propia situación económica emplazan al PP a combinar oposición y soluciones. De los cuatro aspectos que Rodríguez Zapatero señaló ayer como objeto de eventuales acuerdos -competitividad, modelo productivo, déficit público y sistema financiero- es imprescindible que el Gobierno y el PP apuren las posibilidades de coincidencia en cuanto a los dos últimos.