Adur Aristegui (a la derecha), detenido ayer, compareció ante la prensa el 30 de julio de 2008 para denunciar que había sido torturado después de ser arrestado, interrogado por el juez Garzón y posteriormente puesto en libertad en otra operación policial. :: EFE
ESPAÑA

Los Mossos detienen en Girona a dos etarras cuando huían a Francia

Jon Rosales fue captado por el terrorista ciclista para nuevos comandos y escapaba con un ex miembro del 'talde Vizcaya'

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer un control rutinario en la frontera de Girona a los etarras Adur Aristegi Aragón y Jon Rosales Palenzuela, cuando intentaban huir a Francia. Rosales era buscado por la Guardia Civil desde el lunes, ya que había sido captado para los futuros comandos que pretendía montar en Guipúzcoa y Vizcaya el activista 'liberado' Ibai Beobide Arza, capturado el pasado sábado en Guipúzcoa mientras se desplazaba en bicicleta y armado. Es la primera ocasión que la policía autonómica catalana detiene a miembros de ETA.

Los dos terroristas, que viajaban en una furgoneta Renault Trafic propiedad del padre de uno de ellos, fueron capturados a las 13:57 horas en la carretera C-38, en un paso fronterizo de la zona de Coll d'Ares, ua un kilómetro del límite con Francia. Los agentes dieron el alto al vehículo y pidieron la documentación a los ocupantes, que, a pesar de llevar carnés falsos, entregaron los auténticos. Fue entonces cuando los funcionarios, que buscaban inmigrantes irregulares, comprobaron sorprendidos que la Guardia Civil había lanzado una orden de busca y captura sólo horas antes contra Rosales por su relación con Beobide. Además, los Mossos verificaron que el ahora detenido tenía prohibida la salida de España por estar en libertad bajo fianza de 6.000 euros por su pertenencia a un grupo de 'kale borroka'.

La sorpresa fue aún mayor cuando comprobaron que también sobre Aristegi pesaba una orden de prohibición de abandonar España porque se encontraba en libertad bajo fianza de 12.000 euros acusado por el juez Baltasar Garzón de colaboración con el 'comando Askatasun Haizea (Liberad al Viento) desarticulado por la Guardia Civil en julio de 2008. Aristegi y Rosales no iban armados ni llevaban explosivos y no opusieron resistencia a su detención.

Mandos de la lucha antiterrorista desvelaron que Rosales era buscado de manera intensa en los últimos días, ya que -según la declaración del ciclista- tanto él como su pareja habían mantenido recientemente un encuentro con Beobide en el que les propuso que se integraran en la organización y ambos respondieron afirmativamente. Tras la captura de Beobide, al parecer, huyó por el norte de España y ahora había decidido, con la ayuda de Aristegi, pasar a Francia.

Rosales y Aristegi fueron llevados desde Molló a la comisaría de Mossos d'Esquadra de Ripoll, donde fueron entregados a efectivos de la Guardia Civil.Miembros del instituto armado emprendieron viaje con los detenidos la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid.

El consejero de Interior de la Generalitat, Joan Saura, aseguró que su departamento no tiene datos que avale que los etarras capturados tuvieran una «base operativa» en Cataluña.

Con la captura de Rosales y Aristegi ascienden a siete los supuestos terroristas detenidos en la operación de la Guardia Civil contra la refundación de los comandos Donosti y Vizcaya que arrancó con la captura de Beobide.

Más interrogatorios

El fin de semana está previsto que sean interrogados en la Audiencia Nacional los cuatro detenidos el martes en Guipúzcoa acusados de haber dado refugio a Beobide durante el último medio año en España: Juan María Mariezkurrena, José Agustín Camacho, Miren Josune Balda y Euri Albizu . Una quinta persona, Eider Zurriarain, sigue buscada bajo la misma acusación de haber colaborado con el 'liberado'.

La detención de Rosales y Aristegi se produce sólo veinticuatro horas después de que también en la frontera francesa con la localidad de Girona, en la estación de Portbou, fuera capturado el etarra 'liberado' Faustino Marcos Álvarez, quien armado y procedente de Francia, llegaba a España con 6.000 euros en el bolsillo para activar una nueva infraestructura terrorista.