Una danza siniestra

Los santos son sustituídos por divertidos esqueletos que sacan su mejor 'swing', la iconografía religiosa evoluciona hacia una imagen más siniestra. Los tonos grises y el negro pueblan las paredes. Un espacio que en su día tuvo una función sacra regresa a sus orígenes de la mano del pincel de un artista, Manolo del Valle, el encargado de renovar la imagen de la capilla de Santa Catalina dentro de la iniciativa del Ayuntamiento de Cádiz, 'La capilla tiene arte'.

'Retablo para un templo muerto' es el nombre de la exposición que inaugura hoy la Galería Belén de Jerez, que ha confiado en el pintor jerezano para crear un imaginario nuevo. «Me apetecía pintar esqueletos. Hasta ahora me dedicaba al abstracto y a una pintura expresionista y quería volver al figurativismo», apunta Del Valle. «Empecé a realizar pequeños dibujos y se los enseñé a Ramón, de la galería, y el me dió carta blanca para que hiciera lo que me apeteciese».

El resultado son tres lienzos de tres metros de alto en los que recupera la iconografía de la 'danza de la muerte' a partir de una tabla del siglo XV. A parte de las obras que pueblan las paredes de la sala, el artista ha preparado para la ocasión algunas proyecciones.

Uno de los vídeos muestra distintos nichos en el cementerio, imágenes que se suceden y que luego dan paso a otras de buzones de un edificio y de un bloque de viviendas de una de las zonas más humildes de Jerez. Todas ellas comparten una misma estructura formal, aunque el autor reconoce que «pueden hallarse más conexiones».

El material audiovisual se completa con una reconstrucción del proceso de creación de un retablo. En él, un esqueleto sustituye la imagen del santo. «Cuando lo estaba haciendo decidí aplicarle un barniz oscuro a la obra y me la cargué», reconoce Del Valle. «Entonces, como había tomado muchas fotos del proceso decidí montarlas como un vídeo». Esta instalación se acompaña de una grabación sonora que reproduce una oración en perfecto latín. «La frase se repite una y otra vez».

Para terminar, una tela enorme de cinco metros de largo corona la entrada al recinto, presidida por un largo texto también en latín.

Pintura en clave de jazz

La pintura que se mueve en distintos planos es el leit motiv de este artista gaditano, que estudió Bellas Artes en Sevilla y ha realizado numerosas muestras individuales y colectivas en la provincia, sobre todo el la Galería Belén. «Estoy muy influenciado por la música. Trato de aplicar la libertad que tiene un músico de jazz en mis lienzos». Igual que ellos, «parto de un estándar para luego realizar variaciones».