Souza dice

Contaba el otro día Souza (don Federico, nuevo mandamás del Xerez) en la tertulia de Canal Sur Radio que no viene a ganar «pasta» como hicieron otros compatriotas suyos argentinos en Badajoz o Leganés, lo que provocó la práctica desaparición de ambas entidades. Los tertulianos, con buen criterio, le recordaron que aquella sentencia de «la pasta no es problema» que dijo a los pocos días de llegar le iba a perseguir durante su estancia en el club y en la ciudad. Se le reclamó que presentará en público las líneas maestras en las que basará su mandato (que de cualquier manera está intervenido por una jueza) y las personas que lo ejecutarán. Souza no fue del todo claro, pero no dio un paso en falso, y parece ir ganando confianza. Su principal apuesta, Gorosito, ha ligado con la afición y el entorno del club, que en muchas ocasiones ha sido maldito. La espada de Damocles está ahora sobre la dirección técnica (Poyatos y Rondán) y hasta sobre la dirección ejecutiva (Monterrubio). Souza quiere normalidad institucional, y de ahí su visita a la alcaldesa. Sin embargo, estuvo bendito puesto que nada más ser nombrado presidente pisó el Bernabéu cuando Jerez presentó en tal ínclita ubicación el Mundial de Motos. No parece molestarle que la Fundación capitalice la hasta ahora imposible Ciudad Deportiva, no quiere hacer negocios con la explotación comercial de los bajos de Chapín, pero sí considera innegociable que la Fundación gestione la cantera. Souza dejó entrever que en su aventura no está sólo, que tiene al lado a un compatriota potentado, y que su trabajo está en crear «grupos de inversión» (mover las fortunas blancas o negras de gente que las posee en distintos mercados). No sería mala gestión que moviese en apoyo a la entidad determinadas fortunas de los grandes bigotes señoriales que se pasean por Jerez, abriéndoles las puertas al accionariado.