Un real impulso

No hay nada como tener un embajador de lujo para que te salgan amigos que apoyen las iniciativas que antes desdeñaron. Varios años van ya desde que la asociación Alcohólicos Rehabilitados de Cádiz, ARCA, ideara un ambicioso proyecto que tiene como horizonte el Bicentenario de la Constitución de 1812, y varias son las veces que se ha encontrado con las puertas cerradas, para ser justos, entreabiertas. Ahora, a dos años de la conmemoración, necesitan inmediatamente un empujón para entrar o salir definitivamente. Después de darse tantas veces de bruces, ARCA ha encontrado un valedor irrechazable, el mismísimo Rey de España.

El Consorcio para el Bicentenario, presidido por Luis Pizarro, ya había respondido negativamente a la petición de la asociación a que participara y sufragara parte de los gastos que implicaría el desarrollo de la Conferencia Iberoamericana 'Alcohol y Sociedad', una macroreunión de científicos, instituciones y afectados para debatir sobre el consumo e intentar eliminar la criminalización de los enfermos. Un amigo menos.

ARCA también estaba pendiente de la dirección general de Servicios Sociales y Atención a las Drogodependencias de la Consejería para la Igualdad de la Junta de Andalucía. Además, ya se le ha expirado el plazo del convenio firmado con la Diputación de Cádiz para el patrocinio de sus acciones y por el cual obtuvieron unos escasos 12.000 euros.

Incansables

Y mientras tanto, el comité organizador, incansable, se granjeó la voluntad de la Casa Real. Mandó una misiva solicitando que Su Majestad presidiera la Conferencia y en sólo dos días obtuvo respuesta. «Con el fin de someter este asunto a despacho debidamente documentado, necesitaríamos conocer los distintos Comités que tengan previstos constituir, personas que hayan aceptado formar parte de la misma, el programa de la Conferencia...» reza la carta real.

Es ahí donde a ARCA se le plantea un problema a la vez que se presenta una solución. ¿Qué responde al Rey? Ya urge perfilar los detalles de un proyecto que aspira a culminarse con la declaración de una Carta Europea de recomendaciones sobre el consumo de alcohol. Pero justo sobre la bocina parece que se le podría despejar el panorama. «A raíz de que se ha hecho público el interés de Don Juan Carlos y Doña Sofía en presidir la Conferencia, todas las instituciones han mostrado repentinamente su interés», cuenta el presidente de los alcohólicos rehabilitados, Alberto Matilla. Y como esto sale sí o sí, ya están tratando el asunto con la alcaldesa Teófila Martínez. Hay una razón de peso. «El paro y la difícil situación económica que atravesamos es un caladero para los problemas de alcohol», sostiene el presidente.