Capello le ha retirado el brazalete de capitán a John Terry tras sus últimos escándalos. :: LA VOZ
LA PRÓRROGA

John Terry, el príncipe destronado

El futbolista del Chelsea pierde rango en Inglaterra al airearse su aventura extramatrimonial

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John Terry ha levantado muchos trofeos en los últimos años como capitán del Chelsea, pero su sueño de hacer lo mismo en el próximo Mundial de Sudáfrica en nombre de Inglaterra se esfumó rápidamente. El seleccionador nacional, Fabio Capello, decidió ayer que después del escándalo en el que se ha visto envuelto el capitán inglés por un supuesto 'affair' extramatrimonial no podía continuar al frente del equipo. A partir de ahora será Rio Ferdinand, del Manchester United, quien coja las riendas.

Cuando hace una semana la Prensa sensacionalista reveló que Terry había mantenido una relación con la ex novia del jugador Wayne Bridge, el defensa del Chelsea acaparó las portadas de todos los periódicos del país, incluidos los diarios serios. Desde entonces, el escándalo fue creciendo en intensidad, con nuevas alegaciones contra él, como que cobraba miles de libras por ofrecer visitas al centro de entrenamiento de su equipo, según el 'News of the World', o que alquilaba su palco en Wembley por otras miles, según el 'Daily Mail'. Tanto el Chelsea y la Federación de Fútbol salieron en su defensa, pero eso no evitó que su situación se hiciese insostenible.

Sin perdón

Cuando Fabio Capello se encontró cara a cara con Terry ayer en la sede de la Federación en Wembley ya había tomado una decisión, según la Prensa británica, porque el encuentro duró sólo doce minutos. A lo largo de toda la semana el debate que ha estado sobre la mesa en Reino Unido es si una infidelidad es razón suficiente para destronar a un capitán. Quizá por eso quiso dejarse claro ayer que la decisión de Capello no tenía nada que ver con la moral. «Como capitán del equipo, John Terry ha mostrado un comportamiento positivo. Sin embargo, debo de tener en cuenta otras consideraciones y lo que es mejor para el equipo». El jugador, que capitaneó la selección después de David Beckham, aseguró que continuará «dándolo todo» por Inglaterra.

John Terry, de 29 años, casado y padre de gemelos supuestamente fue infiel a su mujer con la modelo de lencería y ex camarera de un club nocturno, Vanessa Perroncel. Esta francesa rompió recientemente con el amigo de Terry y ex jugador del Chelsea, Wayne Bridge, con el que tiene un hijo. El compañero de selección juega ahora para el Manchester City, pero Capello temía que si no degradaba a Terry habría mal ambiente en el equipo. Y aunque ayer no fue un buen día para el jugador del Chelsea, recibió una buena noticia cuando la modelo francesa anunció que no iba a vender su historia, por la que algunos medios de comunicación le habían ofrecido más de 285.000 euros. «Hablar sobre dicha especulación no haría más que echar más leña al fuego», dijo Max Clifford, el famoso publicista al que contrató Vanessa Perroncel cuando vio lo que se venía encima.

John Terry intentó evitar que el 'News of the World' publicase dichas revelaciones y recurrió a los tribunales, pero no sólo el juez se puso del lado del periódico y permitió la publicación, sino que el jugador se vio obligado a pagar los costes legales al dominical. Este mismo periódico reveló el año pasado que el padre del jugador había vendido cocaína a un periodista encubierto, pero los escándalos de los Terry no se quedan ahí: su madre y su suegra fueron detenidas por la Policía en marzo del año pasado por robar ropa y alimentos en los grandes almacenes Marks & Spencer y en un supermercado por valor de más de 900 euros.

El defensa del Chelsea no es el único futbolista contra el que la Prensa sensacionalista británica se ha enseñado con el fin de vender periódicos como churros. Tampoco se han librado los seleccionadores nacionales. Sven-Göran Eriksson sufrió una campaña de desprestigio por parte de los tabloides con revelaciones sobre los 'affaires' del sueco, incluido el que supuestamente mantuvo con la secretaria Faria Alam. Pero, a pesar de que la curiosa relación entre la Prensa amarilla y el fútbol inglés no es nueva, preocupa ahora en el Reino Unido que el caso de Terry siente un precedente y que otras figuras puedan verse destronadas por campañas mediáticas sensacionalistas.