INFORME

Los españoles están abandonando tratamientos médicos por culpa de la crisis

Cáritas propone un salario social, que supondría un desembolso de 2.600 millones, para acabar con la pobreza extrema

MADRID Actualizado: Guardar
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Los recortes en materia sanitaria están produciendo que los más pobres dejen de tomar fármacos y abandonen tratamientos que antes costeaba el sistema nacional de salud. Según el informe 'Análisis y perspectivas 2014' elaborado por Cáritas, los afectados por la exclusión de los servicios de salud suponían el año pasado el 19,8% de la población, proporción que escala al 46% entre los que engrosan el grupo social de los excluidos y el 60,3% entre los que sufren pobreza severa.

Para los autores del estudio, acabar con la pobreza más extrema, integrada por las personas que viven en los 700.000 hogares que no perciben ningún ingreso, exigiría un desembolso de 2.600 millones de euros, una cantidad inferior a lo cuesta rescatar las autopistas de peaje. Francisco Lorenzo, del equipo de estudios de Cáritas, apuesta por la concesión de un salario social o garantía de ingresos mínimos, que sería complementario a las rentas mínimas que dan los servicios sociales de las comunidades autónomas, para erradicar las penalidades de los más vulnerables.

A la luz de informe se deduce que los españoles plenamente integrados socialmente constituyen una “estricta minoría”, por cuanto suponen el 34,3% de los ciudadanos. Y es que 11,7 millones de españoles están afectados por distintos procesos de exclusión social, lo que supone 4,4 millones más que en 2007.

El retroceso socioeconómico que ha padecido España es muy acusado. La renta media de la población española es, en términos reales, inferior a la que se registraba en el año 2000, hasta el punto de que España es uno de los países en los que el crecimiento de la desigualdad ha sido más devastador. Solo nos adelantan Letonia y Bulgaria.

Aparte del paro y la salud, el factor que más incide en la pobreza es la vivienda, un derecho cuyo disfrute comporta gastos onerosos. Los problemas de vivienda se han incrementado un 36%, de manera que hay un aumento significativo de los hogares que, una vez descontados los gastos de la hipoteca o el alquiler, la luz, el agua y otras cargas, el dinero que queda es tan ínfimo que muchos ciudadanos están abocados a situaciones de pobreza severa.

Los autores del informe exigieron un pacto de Estado que acabe con la pobreza en España, lo que por añadidura restablecería el prestigio perdido por los partidos políticos.

Para Cáritas, nada parece indicar que la puesta en marcha de la reforma laboral haya contribuido a la creación de empleo ni a la reducción de la temporalidad de las nuevas contrataciones.