La hora de Nani Roma

Este sábado, en la ciudad argentina de Salta, una calma tensa recorría el campamento del Dakar. Los aventureros que siguen en la brega por llegar a la meta en Valparaíso dedicaron la jornada a recuperar fuerzas, intentar descansar algo y preparar tanto sus cuerpos como sus monturas para la segunda y última semana de competición.

Uno de los corredores que más necesitaba este descanso era Nani Roma. El barcelonés durmió, por primera vez en varios días, a pierna suelta. Sin tener en la mente el recorrido del día siguiente, sin dibujar con los ojos cerrados los baches, las lomas o las dunas que tendría que afrontar. Nani Roma se acostó el viernes como líder destacado, con más de media hora sobre sus compañeros en Mini 'Orly' Terranova, el favorito local, y Stepháne Peterhansel, el campeón y leyenda del Dakar.

La etapa del viernes la acabó Roma a más de seis minutos del francés, pero no porque no quisiera atacar, sino porque ya ha sacado la calculadora. Los problemas de Carlos Sainz -«Ya no tenemos ninguna opción en la carrera», se rendía el madrileño- en la polémica quinta etapa eliminaron a uno de los contendientes más fuertes para las aspiraciones de Roma, y ahora sus mayores enemigos visten sus mismos colores, los del todopoderoso X-Raid.

«Viendo los tiempos finales, quizá podía haber arriesgado un poco más, pero hemos considerado que no merecía la pena porque sabíamos que las diferencias iban a ser mínimas y había más que perder que ganar. Lo importante es que llegamos líderes a mitad de carrera y que tenemos una buena posición de salida para la especial del domingo», analizaba Nani Roma en el bivouac de Salta. La segunda semana de competición será tanto o más dura que la primera, pero ahora los fallos penalizarán más aún. Cada día que pasa, es un día menos para la victoria... o un día menos para recuperar tiempo.

La edición 2014 del Dakar es más especial para Nani Roma que para otros. El piloto español, primero en ganar en este raid, en motos, está decidido a celebrar el décimo aniversario de aquel histórico triunfo desde lo más alto del podio de Valparaíso. «Todavía queda muy lejos y en lo único que pienso ahora es en la próxima etapa de Salta», aseguraba un Roma que tiene muy presente lo ocurrido en años anteriores. Y es que en 2013 ya tuvo la victoria en su mano. Se llevó cuatro triunfos de etapa, uno más que el año anterior cuando llegó segundo al final del raid, y pese a todo acabó cuarto. Peterhansel logró su undécimo Dakar, y el catalán se quedó fuera del podio.

Precavido

Es por eso que Roma aún no quiere ponerse la medalla. Queda mucha caza por delante, y el oso está demasiado vivo como para ponerse ya las pieles del éxito. «Queda todo un mundo de carrera por delante y pasarán muchas cosas, seguro. Sería un grave error mirar ahora hacia la meta de Valparaíso. Yo sólo me fijo en el día a día, en llegar cada día al campamento y no pienso en el futuro», aseguraba este sábado en uno de los muchos compromisos que tuvo que atender. «Lo peor de ser líder», bromeaba resignado.

La dureza de este Dakar está haciendo mella en todos los participantes. Todos los años hay etapas de criba, preparadas por la propia organización para ir eliminando a los participantes menos preparados o, simplemente, para que los favoritos demuestren que están en condiciones de ser tal. Sin embargo, este año quizá este punto de crueldad está un punto por encima de otras ediciones. «Está siendo muy duro, eso es evidente, pero a lo mejor es que en los últimos años estábamos muy bien acostumbrados», admitía un Roma que aún tiene muy presente lo duras que eran las jornadas en el Dakar original, el africano, cuyo espíritu se ha querido recuperar -para bien y para mal- en este 2014. Es quizá por ello que esta sea la carrera más volátil de los últimos años. Nani Roma está primero, sí, pero aún no hay nada escrito. Presuponer que Nani Roma va a ser el vencedor en coches, o Marc Coma en motos, es demasiado aventurado. «Me sorprende lo mucho que está cambiando la carrera cada jornada. Eso me sirve para no bajar la guardia en ningún momento, ya que cualquier día me puede suceder a mí lo mismo», aseguró Roma, con la bandera de la precaución ondeando en su mente.

El próximo día 18 se disputará la última etapa del raid más duro y cruel del mundo, con llegada en Valparaíso. Ese día se cumplirán 10 años desde que Nani Roma, cubierto del polvo de las pistas del Lago Rosa de Dakar, conquistó la carrera en motos. ¿Qué mejor que celebrar un aniversario tan señalado desde lo más alto del cajón?