Cada treinta segundos muere un niño por neumonía

Cada treinta segundos un niño de menos de cinco años muere en el mundo. La causa, la neumonía, responsable del fallecimiento de un millón de menores cada año, es decir, una quinta parte de la población infantil. Son datos escalofriantes que la Organización Nacional de Salud (OMS) acaba de hacer públicos el pasado 12 de noviembre, fecha en la que se ha celebrado el día mundial contra esta enfermedad.

Y lo peor de todo es que se sabe muy bien cómo hay que actuar para evitar estas muertes ya que la lucha contra la neumonía no es muy complicada. La OMS, junto a Unicef y la Alianza Gavi, ha lanzado un llamamiento con cinco intervenciones que ayudarían a disminuir esta brutal cifra de defunciones.

La lactancia materna es una de las más sencillas y eficaces soluciones. Alimentando a los bebés con esta leche de forma exclusiva durante sus primeros seis meses de vida se ayuda mucho a prevenir esta enfermedad y mejorar las defensas de los pequeños. Ésta desde luego es quizá la precaución más fácil en los países subdesarrollados, puesto que carecen de muchos recursos.

Otra de las recomendaciones que hacen es vacunarse contra la tos ferina, el sarampión, la ‘Haemophilus influenzae b (hib) y el neumococo (esa vacuna que en varias comunidades autónomas era gratuita y en muchas de ellas, como Madrid, ahora es de pago).

Por último, estas organizaciones advierten de la eficacia que también tendría que el agua potable llegara a todo el mundo, el saneamiento y el lavado de manos, mejores cocinas para reducir la contaminación del aire en interiores y, algo de perogrullo, el acceso al tratamiento, que incluye amoxicilina y oxígeno.

En este quinto aniversario del Día Mundial contra la neumonía, hay dos países africanos que por fin están introduciendo la vacuna contra el neumococo, que protege contra una de las principales causas de neumonía: Mauritania y Papúa Nueva Guinea. En 2015 más de 50 países harán lo mismo y así esta escalofriante cifra de un millones de muertes se reducirá de forma considerable. ¡Ojalá!