Ferrer devuelve la bola ante Nadal. / Afp
TENIS

Ferrer eclipsa a Nadal

El alicantino rozó la perfección, pasó por encima del balear y se metió en la final de París-Bercy, donde se enfrentará a Djokovic

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David Ferrer se disfrazó de Nadal para vencer a Nadal. Así se explica el recital del alicantino este sábado en las semifinales de París-Bercy. Porque el de Jávea hizo todo lo que suele hacer el balear cuando arrolla a sus rivales. Para empezar hizo ‘winners’ de todos los colores y desde todos los puntos de la pista con su derecha, por no hablar de que jugó mucho más agresivo y más enchufado desde el primer hasta el último punto. Y si a sus piernas interminables, esas que le llevan a alcanzar bolas que nadie más llega, a colocarse a la perfección para tirar con su ‘drive’, le sumamos una concentración y una mentalidad que no es solo que no fallase, es que reinó, todo ello da como resultado el recital de Ferrer. Un partido extraordinario, especialmente en el primer set, que ganó por 6-3 y 7-5 y que le metió en la final del último Masters 1.000 del año, donde espera otro Miura: Novak Djokovic.

“Ha sido un partido muy completo. Sabía que tenía que dar lo mejor de mí para ganar a Rafa. Se me ha dado todo de cara”, resumía David Ferrer a TVE en la quinta victoria de su carrera ante el número uno del mundo. Un triunfo que le sirve para cortar una racha de nueve triunfos consecutivos del español. ¿El porqué? Principalmente, por un primer parcial de ensueño. “Quizá el ha empezado un poco más nervioso”, añadió el tercer cabeza de serie.

El caso es que Ferrer, que le ha dado por ser protagonista en París-Bercy –es el vigente campeón-, empezó mucho más enchufado en un primer set en el que lo hizo todo bien. Con confianza y mucho más agresivo que Nadal, fue centímetro a centímetro comiéndole el terreno al número uno, que era incapaz de ganar la línea de fondo. Nervioso e impotente, el balear erraba más de lo normal y apenas mordía. ‘Ferru’ dominaba desde el fondo de la pista –hizo once ganadores en el acto inicial por cinco del manacorense- mientras su rival corría y corría y buscaba la iniciativa sin acierto.

Tras un primer set inmejorable, el de Jávea, como era normal, aflojó. Eso sí, no lo suficiente como para que Nadal diese la vuelta al partido. Mientras uno y otro se perdonaban la vida al resto con claras ventajas, el de Manacor tuvo que apelar a la casta para seguir vivo. Ese Nadal alegre y veloz que arrolla a sus rivales no apareció. El que sí que estuvo fue el que sufre, que pelea y pelea y que a base de ‘passing-shots’, y más garra que espectacularidad acaba levantando los partidos. Sin emmargo este sábado no fue el caso.

Y llegó uno de los momentos decisivos. Ferrer sacaba para cerrar el partido con 5-4 pero dio vida al balear. De repente, su derecha, que había sido infalible, perdió el rumbo y Nadal hizo su único ‘break’ de todo el partido. “Ha sido un duro golpe. Sabía que con Rafa no puedes perder oportunidades, pero en momentos importantes se duda un poco más”, señaló el vencedor. Un Ferrer que no pagó ese duro golpe. Al contrario, se rehízo, rompió el servicio del manacorense y se puso 6-5. Sacaba de nuevo para ganar. “He intentado borrar ese juego, estar concentrado e intentado seguir con mi juego”. Y en el juego clave, esta vez sí que no dudó, sirvió mejor y abrochó el partido.

Un encuentro, el Nadal-Ferrer, que tendrá su revancha la próxima semana en la Copa de Maestros, ya que han quedado encuadrados en el Grupo A junto a Berdych y Wawrinka. El otro grupo lo forman Del Potro, Federer, Gasquet y Djokovic. Un Djokovic que este domingo mide el estado de un tenista que quiere redondear una espectacular temporada revalidando su título.