Mirotic entra a canasta ante Nocioni. / Efe
BALONCESTO

El Madrid se desata

Los blancos abusan del Laboral Kutxa de la mano de un Carroll que fue capaz de anotar 20 puntos en el segundo cuarto

MADRID Actualizado: Guardar
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Pablo Laso recibió antes del partido entre el Real Madrid y el Laboral Kutxa el premio Antonio Díaz Miguel al mejor entrenador de la Liga Endesa de la pasada campaña. Merecido galardón para el técnico que ha revitalizado la sección de baloncesto del club blanco y le ha devuelto a lo más alto en España y en Europa a base de un estilo que se ha revelado tan atractivo como efectivo.

Ante el Baskonia -el otro club que marcó su vida deportiva como jugador- y en el primer partido de la fase regular ante su afición, el vitoriano quiso mostrar una versión mejorada de su equipo. Porque este Madrid es mejor incluso que el del año anterior, una evolución hacia la excelencia. Sigue jugando a velocidad de vértigo, defiende con una intensidad, contundencia y solidaridad dignas de mención, pero además ha sumado elementos importantes a una plantilla que juega de memoria y ha recuperado el acierto en el tiro de larga distancia que pareció abandonarle al final de la temporada pasada.

Todos estos componentes funcionando a la vez, de forma óptima, en un grupo con tanto talento y tan repartido no pueden dar otro resultado que el éxito, sea el que sea el rival al que se enfrente. En la mañana del domingo, el adversario tenía el prestigio suficiente como para poner en cuestión el poderío merengue, pero este Laboral Kutxa no es el de antaño. Con un presupuesto más ajustado y un plantel muy renovado y basado en la apuesta por jugadores jóvenes con prometedores futuros, desde la entidad alavesa se apela a la casta y el orgullo que siempre ha caracterizado al Baskonia. Cuentan con San Emeterio y Nocioni sobre la cancha y Sergio Scariolo en el banquillo para transmitir el carácter y el gen ganador de la entidad pero, de momento, no es suficiente para dar el nivel adecuado ante el mejor conjunto de la ACB.

Tras la victoria en la Supercopa ante un Barcelona aún por conjuntar (con exhibición previa ante el Bilbao Basket) y el aplastante triunfo ante un Valladolid construido sobre pilares de barro, el Real Madrid celebró un año como líder apabullando a un contrincante que cumple ya dos campañas sin derrotar a los blancos. Y eso que los visitantes no hicieron un mal partido. Pero la casta de Nocioni y la capacidad de Tibor Pleiss sólo les dio para aguantar el primer cuarto y no dejarse llevar ante la avalancha madrileña pese a ir perdiendo durante muchos minutos por una diferencia que animaría a desconectar a cualquiera.

Tan convencido está Laso de sus hombres que fue capaz de comenzar el duelo con Dani Díez en el cinco titular. El canterano es, a primera vista, una de las últimas opciones en la rotación pero podría ser titular en cualquier otro equipo de la competición. Con él en el campo, el Madrid salió desatado con un 13-2 de parcial y con Bourousis castigando bajo el aro.

Pero el Baskonia cuenta con una de esas joyas escondidas que sólo él suele encontrar en el mercado. Si hubo un tiempo en el que Sudamérica se convirtió en un vergel del que emergían frutos sorprendentes que recogía en pleno proceso de maduración y acababan por explotar en el equipo alavés (Nicola, Splitter o Scola), ahora Querejeta ha vuelto a dar en el clavo al contratar al imberbe alemán Pleiss, un poste larguísimo, aún por hacer físicamente, con unas posibilidades que asustan. Scariolo se agarró a él y sus compañeros le buscaron con insistencia en los primeros minutos. Aferrado a sus quince puntos en ese periodo, el Laboral Kutxa aguantó los golpes blancos (26-25).

Cuarto demoledor

Pero el entrenador local decidió liberar a Carroll y el norteamericano salió desatado del banquillo. Los seis triples y los veinte puntos que logró en el segundo cuarto fueron demoledores para un contrario que no pudo más y explotó, pese a sumar 42 puntos en la primera mitad, anotación suficiente para dominar un partido pero terriblemente escasa ante el desenfreno del campeón.

La segunda parte acabó por finiquitar las escasas fuerzas que les restaban a los vascos, mientras en el Madrid seguían apareciendo estrellas en estado de gracia al son marcado por la batuta genial de Sergio Rodríguez (14 puntos y 13 asistencias). Y la distancia entre los contrincantes se hizo abismal hasta alcanzar los 33 puntos finales (105-72) pese a los arrestos de Nocioni. El esfuerzo del argentino resultó inane en un combate entre un peso pesado en su mejor momento y un boxeador que ha perdido demasiado peso y músculo.