La Bolsa pierde un 0,3%, pero salva los 9.600 enteros

Otra sesión alcista aunque, la de ayer, por la mínima. Hasta los últimos cambios de la jornada el Ibex-35 no se aseguró el cierre en verde. El indicador apenas logró apuntarse un 0,08%, para dar un último cambio en los 9.668,50 puntos, otro máximo anual. La jornada fue bastante volátil en el selectivo español. Intentó superar los 9.700 puntos a primera hora de la mañana, pero sólo lo consiguió durante unos instantes y se desinfló para hundirse en unas pérdidas que, de todas maneras, no fueron muy abultadas en ningún momento, puesto que marcó los mínimos intradiarios en los 9.625 puntos. El Ibex-35 cerró así su sexta semana consecutiva al alza. Desde el año 2009, cuando comenzó la recuperación desde los mínimos de la crisis, no ocurría algo así.

De todas maneras, el selectivo español fue uno de los peores índices europeos ayer. Sólo el Cac 40 francés lo hizo peor, dado que sólo se apuntó un 0,04%. El Ftse Mib ganó un 0,24%, mientras que el Dax alemán avanzó un 0,45%, el Ftse 100 británico, un 0,88%, y el PSI-20 de Lisboa, un 1,95%.

Lo que sostiene las subidas de los índices de renta variable es la esperanza en un acuerdo entre republicanos y demócratas para elevar el techo de la deuda de manera temporal, durante un mes. Merced a esa posibilidad, los índices estadounidenses subieron más de un 2% el jueves. Y el viernes comenzaban con dudas, aunque a medida que avanzaba la jornada parecía firme la apuesta por las compras. Mucho más modestas, eso sí.

Incluso aunque sea un acuerdo modesto y temporal, los expertos consideran que, de nuevo, abrirá la veda de la inversión en activos de riesgo, si es que se ha llegado a cerrar en las últimas sesiones en que activos como la bolsa española han subido como la espuma. En el mercado de deuda, mejora de la prima de riesgo de España, que bajó de los 247 hasta los 243 puntos básicos. La de Italia se redujo prácticamente lo mismo: de los 246 hasta los 241 puntos básicos.

La rentabilidad del bono español a diez años cayó desde el 4,34% hasta el 4,30%, mientras que la del bono italiano se redujo desde el 4,33% hasta el 4,28%. La de su comparable alemán se mantuvo en el 1,87%. Pero sí bajó la rentabilidad del bono americano a diez años: desde el 2,71% hasta el 2,67%.

¿Deflación en Europa?

En el mercado de divisas, ligera subida del euro contra el dólar, hasta situarse en 1,3558 unidades. No sabemos muy bien por qué. ¿Quizás porque se considera todavía un activo de riesgo y los avances para resolver los problemas de EE.UU. animan a comprarle? Porque los indicadores económicos conocidos en Europa, por sí solos, serían motivo para vender euros. Nos referimos a los datos de inflación. En Alemania, los precios se mantuvieron estables en septiembre con respecto al mes de agosto, con lo que el dato interanual se queda en el 1,4%. En España, los precios bajaron un 0,2% en septiembre, para dejar la tasa interanual en el 0,3%. Y en Italia, la caída mensual de los precios fue de un 0,3%, con lo que interanualmente, crecieron un 0,9%. ¿Deflación a la vista? Además, los precios mayoristas en Alemania cayeron un 2,2% interanual en septiembre.

En Estados Unidos, la referencia más importante fue el índice de confianza del consumidor que elabora la Universidad de Michigan. Cayó desde los 77,5 hasta los 75,2, cuando los analistas esperaban que se quedara en los 76 puntos. En su capítulo de expectativas sufrió más: bajó desde los 67,8 hasta los 63,9, cuando se esperaba que cayera sólo hasta los 67,5 puntos. El deterioro se habrá derivado del cierre de la Administración americana así como de la amenaza de impago.

En el mercado de materias primas, caídas para el crudo, pero sobre todo para el oro, que se hundió un 2,26%, para cambiarse al cierre de la sesión por 1.267,3 dólares la onza, su nivel más bajo de los tres últimos meses.

Recogida de beneficios en la banca

En el selectivo español, se impuso la recogida de beneficios en la banca. Fueron ellos, dado su peso en el índice, los que hicieron que peligrara su cierre alcista. El peor fue Bankinter, que recortó un 2,35%. A continuación se colocó el Popular, que cedió un 1,64%. CaixaBank también bajó más de un punto porcentual. Entre los grandes, Santander también cayó: retrocedió un 0,62%. Pero BBVA cerró al alza: ganó algo más de medio punto porcentual.

También las constructoras metieron presión al indicador. Así, FCC retrocedió un 0,92%, mientras que Ferrovial se dejó un 0,85%, Acciona, un 0,44%, y OHL, un 0,36%.

En positivo, el mejor fue BME, con una subida del 3,95%, seguido de Acerinox, que ganó un 2,17%. Jazztel, por su parte, se apuntó cerca de dos puntos porcentuales. Avances de más de un punto porcentual también para Sacyr, ArcelorMittal y Mapfre. La acerera ha abierto su tercera planta en Eslovaquia para proveer a las compañías automovilísticas que, como Volkswagen, operan en el país.

Entre los grandes valores, además de BBVA, también Iberdrola, que se apuntó un 0,56%. Inditex, por su parte, subió un 0,39%, y Telefónica, un 0,12%.

Quizás lo sucedido ayer en el mercado español es síntoma de cambio de tendencia, de que va a comenzar una rotación desde las acciones que más han subido últimamente (constructoras y bancos) hacia otros títulos que se han quedado mucho más rezagados, como Acerinox o ArcelorMittal. Mientras el dinero que sale de unos valores entre en otros están prácticamente asegurados los avances. O, al menos, se pone un seguro contra las pérdidas.

En el Mercado Continuo, Prisa lideró los avances, con una subida de más del 10%, seguido de Fersa, que avanzó un 5,62%. Fueron los dos únicos valores que ganaron más que BME. En negativo el peor fue Reno de Medici, con un descenso del 11,71%, y después, tres inmobiliarias: Realia, Inmobiliaria del Sur y Colonial.