Bale disfrutó de su primer día de colegio en Valdebebas

Entusiasmo entre los hinchas madridistas, la chiquillería y las adolescentes cuando, a primera hora de la tarde de este miércoles, vieron la soñada foto del entrañable saludo entre dos iconos como Cristiano Ronaldo y Gareth Bale en el aparcamiento de Valdebebas. Un momento esperado que el Real Madrid supo auspiciar, concretar y publicitar de inmediato en su página web. A partir de ahí, hermetismo. La sesión preparatoria se desarrolló a puerta cerrada y no hubo explicación alguna para ofrecer pormenores sobre el galés.

Después de un largo verano de tiras y aflojas que no se resolvieron casi hasta el cierre del mercado de fichajes, se celebraba al fin el primer día de colegio del extremo galés, la estrella que a partir de ahora tendrá que convivir con el peso de los 100 millones de euros sobre sus anchas espaldas.

El británico apareció pronto por la Ciudad Deportiva. Quería conocer al cuerpo técnico y a sus nuevos compañeros antes de su primer entrenamiento a las órdenes de Carlo Ancelotti. El primero en darle la bienvenida fue Cristiano Ronaldo. Ambos charlaron animadamente camino del vestuario del primer equipo, que tras el parón provocado por los partidos de selecciones ya prepara el difícil choque del sábado en Villarreal.

Bale está aún lejos de su mejor nivel. El martes disputó sus primeros 33 minutos en casi tres meses. Participó en el País de Gales-Serbia, cerrado con 0-3 para los balcánicos en Cardiff, fruto de los goles de Djordjevic, Kolarov y Markovic. Bale dejó par de zurdazos seguidos, estuvo a punto de marcar un gran gol de falta desde 30 metros y, sobre todo, dibujó un maravilloso caño en largo. Pero se le vio cansado, resoplando, falto de ritmo. «No está para jugar aún un partido completo y forzarlo sería peligroso», avanzó Chris Coleman, su seleccionador.

A juicio del técnico, lo más importante es que el futbolista «despejó su mente», tras someterse el pasado lunes a una prueba de diagnóstico por imagen para descartar una lesión de pubis. El atacante de 24 años había sido duda hasta última hora por esas molestias en la ingle que ya le impidieron jugar el viernes ante Macedonia (derrota por 2-1). «Si él comienza el partido del sábado en Villarreal, no va a terminarlo. Me sorprendería si lo hace. Le hemos seguido estos diez días y no está preparado, aunque el fútbol español sea más lento», añadió Coleman. «Ha tenido cuatro sesiones de entrenamiento en dos meses. Puede llegar a disputar 45, no sé... Jugó media hora pero a los 15 minutos ya se le veía cansado», continuó.

Tras el partido internacional, Bale recogió su coche y se fue dormir a casa de Cardiff con su familia al completo. Se desplazó a Madrid a primera hora del miércoles en vuelo privado y se alojó en el hotel Mirasierra Suites. El lugar habitual de concentración del Real Madrid, situado en la zona norte y lujosa de la capital, será su residencia hasta que encuentre chalet.

Precaución

El cuerpo técnico quiere ir despacio, sin precipitarse. Igual que hizo el Tata Martino con Neymar, nada de forzar a la estrella. Bale trabajará fundamentalmente a las órdenes de Giovanni Mauri, el preparador físico del Madrid. Tras evaluarle le elaborará un plan específico de preparación de acuerdo con las sensaciones del futbolista y el informe de los doctores.

La idea inicial es que el galés se estrene el próximo 22 de septiembre, ante el Getafe, en partido de la quinta jornada de Liga programado a las 19.00 horas en el Bernabéu. Y que sea un debut casi testimonial. Por lo tanto, lo normal es que Bale no juegue el sábado en Villarreal ni el martes próximo en Estambul ante el Galatasaray, en el inicio de la ‘Champions’.

No obstante, en algún medio se afirma que Bale apunta directamente al ‘submarino’ y se especula con que podría jugar incluso como lateral izquierdo en ‘El Madrigal’, ya que Marcelo y Coentrao sufrieron molestias musculares con sus selecciones. Los tiros de Ancelotti apuntan más bien a Nacho, debutante con la absoluta ante Chile, sin descartar trasladar a Arbeloa a la izquierda y brindar la titularidad a Carvajal en la derecha.