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José Zaragoza dimite de la Ejecutiva del PSOE por el escándalo del espionaje

La Policía cree que el exsecretario de Organización del PSC mandó espiar a la presidenta del PPC y al alcalde de Badalona

BARCELONA Actualizado: Guardar
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El escándalo del espionaje político en Cataluña se cobró este miércoles su primera víctima socialista, la segunda dimisión política, tras la del convergente y responsable de Prisiones de la Generalitat, Xavier Martorell, desde que el caso de la presidenta del PPC, Alicia, Sánchez-Camscho, y la ex de Jordi Pujol Ferrusola, se destapó en el mes de febrero de este año.

El exsecretario de Organización del PSC, José Zaragoza, el todopoderoso hombre de los socialistas catalanes y el dirigente que ejerció con mano de hierro el liderazgo del partido durante la época en que José Montilla fue primer secretario y president de la Generalitat, abandonó este miércoles su puesto en la ejecutiva del PSOE, justo después de que trascendiera que encargó a la agencia Método 3, que está en el ojo del huracán por los casos de espionaje generalizado, que siguiera al alcalde de Badalona, el popular Xavier García Albiol, y determinara si su domicilio estaba en Barcelona o en Badalona, lo que podía tener réditos electorales para el PSC.

Zaragoza, que se aparta de manera temporal hasta que se esclarezca su participación en los hechos, aparece en el sumario como el responsable de la grabación de la comida que Sánchez-Camacho y María Victoria Álvarez en el restaurante La Camarga de Barcelona. Zaragoza, que ya fue obligado a dimitir como secretario general adjunto del grupo socialista en el Congreso tras romper la disciplina de voto en el debate sobre el derecho a decidir, mantiene su escaño en el Parlamento español y se asegura además su condición de aforado. Su renuncia al cargo orgánico en el PSOE, llegó horas después de que el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, instara a los socialistas catalanes a tomar "decisiones" por el escándalo de los espionajes políticos, que calificó de "repugnante". Zaragoza, como ya hizo la primera vez que se le vinculó con Método 3, negó haber utilizado "instrumentos ilegales" para desarrollar su tarea política.