Docenas de cadáveres en una mezquita de El Cairo./Efe
estado de emergencia en egipto

La comunidad mundial censura la represión en Egipto

Los países europeos llaman a los embajadores egipcios y la ONU pide investigar la actuación de las fuerzas de seguridad

MADRID Actualizado: Guardar
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La comunidad mundial ha censurado la sangrienta represión en Egipto de las protestas de partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi, con centenares de muertos según el recuento oficial, mientras numerosos países han llamado a urgentes consultas a los embajadores egipcios.

El presidente de EE UU, Barack Obama, ha asegurado que su país "no puede determinar el futuro de Egipto", y que Washington "no toma partido" por ninguna de las partes en la crisis que ha dejado ya más de 500 muertos. Obama ha anunciado la suspensión de los ejercicios militares bienales con ese país y ha declarado que "el pueblo egipcio merece algo mejor que lo que hemos visto en los últimos días. El ciclo de violencia debe detenerse".

La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha pedido desde Ginebra a todas las partes en Egipto que den un paso atrás para salvar el país del desastre y exigió "una investigación independiente, imparcial, efectiva y creíble sobre la conducta de las fuerzas de seguridad". "Deploro la pérdida de vidas y pido a todos en Egipto que busquen una solución fuera de la violencia. Urjo a la autoridades egipcias y a las fuerzas de seguridad que actúen con la máxima moderación", ha declarado Pillay, quien ha lamentado la "peligrosa polarización" de la sociedad egipcia y ha pedido "reconciliación".

La Liga Árabe ha expresado por su parte su preocupación por la muerte de cientos de personas en Egipto, ofreció su ayuda al país en esas "difíciles circunstancias" y llamó a todos los Estados árabes a que respalden a Egipto "en esta tormentosa etapa de la historia del mundo árabe". La Secretaría General de la organización panárabe, con sede en El Cairo, ha evitado por su parte condenar a las autoridades egipcias al destacar la adopción de medidas por parte del Gobierno para contener la situación y preservar la seguridad y estabilidad del país.

Hasan Rohaní, nuevo presidente de Irán -país que ayer advertía sobre el riesgo de una guerra civil en Egipto-, ha exigido al Gobierno poner fin a la cruel represión de las protestas de los islamistas y se solidarizó con el pueblo del país árabe, que "quiere ser libre".

El ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, ha condenado en Túnez el uso de la "violencia" por parte de la Policía egipcia contra "manifestaciones pacíficas", y exigió detener el "derramamiento de sangre".

Llamada a consultas

En Madrid, el embajador de Egipto, Ayman Zaineldine, ha sido llamado por el Ministerio de Exteriores para trasladarle la inquietud de España por la situación y para condenar el uso de la violencia, y lo mismo expresaron a los diplomáticos egipcios los Gobiernos de Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Austria y otros países.

La jefa de la diplomacia italiana, Emma Bonino, al anunciar la citación del embajador egipcio, ha subrayado que los socios europeos están en contacto permanente para tratar el tema de Egipto y está prevista una reunión del Consejo de los ministros de Exteriores para el próximo lunes o martes. La titular de Exteriores ha asegurado que Italia propondrá a sus socios europeos el bloqueo de todo suministro de armas a Egipto.

Ayer, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, condenó la violencia en Egipto y abogó por la reapertura del proceso político para restaurar las estructuras democráticas.

Por su parte, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, reclamó hoy la celebración de una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU para debatir la "masacre".

También el presidente de Francia, François Hollande, ha pedido el cese "inmediato" de la represión en Egipto y subrayó que debe hacerse todo lo posible para evitar una guerra civil en ese país.

En Londres, el Foreign Office expresó al embajador egipcio "profunda preocupación por la escalada de la violencia y los disturbios en Egipto", mientras en Viena el jefe de la diplomacia austríaca, Michael Spindelegger, lamentó que las esperanzas despertadas por los cambios democráticos en el país árabe "empiezan a naufragar tras poco tiempo en la violencia".

El Gobierno de China, por su parte, ha pedido "moderación" a las fuerzas políticas de Egipto y abogó por el diálogo, al expresar la esperanza de que "todas las partes pongan en primer lugar los intereses de los ciudadanos y que actúen con moderación para evitar más víctimas".

Argentina se ha sumado a este coro de voces con la condena de "la brutal represión contra las manifestaciones populares que ganaron las calles de las principales ciudades de Egipto", e instó a las autoridades del país al "cese total e inmediato de la espiral de violencia".

El Papa Francisco, ha señalado desde Castel Gandolfo, que "llegan por desgracia noticias dolorosas de Egipto" e instó a los presentes a orar juntos "por la paz, el diálogo y la reconciliación en aquella querida tierra y en el mundo entero".