Schuster levanta la Copa del Rey junto a Doña Sofia. / Archivo
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En el Bernabéu, como en casa

El Atlético no ha ganado en los últimos 25 derbis pero el Bernabéu es su estadio fetiche en la Copa ya que ha ganado en él ocho de sus nueve títulos

MADRID Actualizado: Guardar
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Se conocen de toda la vida pero no se han visto demasiado las caras en estas lides. 21 años después, el Atlético y el Real Madrid se volverán a enfrentar en una final de la Copa del Rey, un derbi que sólo se ha repetido en cuatro ocasiones en la historia de la competición. Muy pocas si se tiene en cuenta que los blancos han participado en el último partido del torneo en 37 ocasiones y los colchoneros en 18.

Como ha sucedido en las ocasiones anteriores, es el equipo de Chamartín el que parte como favorito. Como dijo Simeone, la diferencia entre un contendiente y el otro son «400 millones de presupuesto»... Y trece años y medio sin que los del Calderón le ‘mojen la oreja’ al eterno rival. 25 partidos con los rojiblancos volviendo alicaídos a los vestuarios.

El ‘Cholo’ Simeone conoce perfectamente ese sentimiento de rabia, ya que ni en su etapa como jugador del equipo que ahora dirige ni desde su llegada al banquillo en enero del año pasado ha disfrutado del sabor de la victoria. Sí lo hizo cuando militaba en el Sevilla y en el Inter de Milán, pero se ha visto arrastrado por la maldición en su etapa colchonera.

En el lado contrario, Mourinho vivirá su noveno enfrentamiento capitalino. De momento, su trayectoria es inmaculada: ocho partidos, ocho triunfos. Incluso en el último -un duelo intrascendente, con un once plagado de suplentes y pensando en la eliminatoria de la ‘Champions’ ante el Dortmund-, el peor Madrid de los últimos tiempos se impuso por 1-2.

Ahora, el portugués pretende cerrar su etapa en el club con un último éxito. Pero, pese unas estadísticas tan desequilibradas y contundentes, el Atlético se aferra a su historial copero para seguir teniendo esperanzas y eliminar sus complejos. En los 110 años de la Copa del Rey, los de la orilla del Manzanares pueden afirmar, sin temor a equivocarse, que el escenario de la final de este viernes es su estadio fetiche. En el Santiago Bernabéu han levantado ocho de sus nueves trofeos coperos y, en tres de ellos, ha sido contra el propietario del recinto.

En 1960, Collar, Jones y Peiró remontaron el tanto inicial de Puskas. Un año después, fueron el mismo Peiró, por partida doble, y Mendonça los encargados de convertir en inútiles el primer gol del ‘Cañoncito Pum’ y el postrero de Di Stéfano. Ya en 1992, fueron los golazos de Schuster y Futre los que doblegaron a los blancos. El único derbi copero para los blancos se celebró en el Vicente Calderón en 1975.

Por eso, la del viernes es una oportunidad más. Incluso Filipe Luis da otra razón para soñar. «No es necesario ganar para levantar la Copa. Puedes empatar e ir a penaltis», bromeaba hace unos días. De hecho, puestos a agarrarse a cualquier retazo de ilusión, los atléticos pueden acudir al último recuerdo positivo, a aquel 30 de octubre de 1999, cuando dos goles de Hasselbaink y uno de José Mari cerraron un contundente 1-3, también en el Bernabéu.