religión

El Vaticano pasará la aspiradora a sus turistas

Los visitantes que quieran ver la Capilla Sixtina deberán pasar por un proceso previo en el que se limpiará su ropa de polvo y se reducirá su temperatura corporal y humedad

MADRID Actualizado: Guardar
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El Vaticano amplía su objetivo de limpiar las almas de los humanos y, a partir de ahora, también limpiará su ropa. Al menos, a aquellos que visiten la Capilla Sixtina. La Santa Sede ha anunciado que los turistas que decidan acudir a la sala pintada por Miguel Ángel deberán pasar por un proceso de limpiado, desempolvado y enfriado antes de acceder al recinto. El objetivo es proteger los frágiles frescos que después de 500 años se ven amenazados por su propio éxito.

En una entrevista al Corriere della Sera, el director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci, muestra su preocupación por los cinco millones de turistas que cada año -con días de hasta 300.000- pasan por esta joya pictórica. Paolucci asegura que el polvo acumulado en las vestimentas de los peregrinos amenaza gravemente los frescos creados por el artista italiano. además, teme que sus calores corporales eleven la temperatura de la capilla, lo que supondría otro riesgo más.

Para aminorar los posibles daños, el Vaticano ha decidido instalar a la entrada de la sala unos potentes aspiradores que absorban el polvo junto a alfombras especiales para limpiar los zapatos. Los visitantes tendrán que pasar por una zona en la que se reducirá su tempertura corporal y su nivel de humedad. Una vez queden impolutos y con los cuerpos templados, los turistas podrán disfrutar de la Capilla Sixtina. El director de los Museos Vaticanos justifica esta limpieza a fondo porque "polvo, temperatura, humedad y anhídrido carbónico son los grandes enemigos de los frescos".