investidura

Urkullu jura en Gernika como lehendakari sobre el Estatuto

Jura su cargo "humilde ante Dios y la sociedad vasca" y deja escrito que trabajará "por una Euskadi de progreso en paz y libertad"

BILBAO Actualizado: Guardar
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Íñigo Urkullu, sexto lehendakari desde la restauración democrática, ha jurado en la soleada mañana de este sábado su cargo en la Casa de Juntas de Gernika en un acto pleno de simbolismo, bajo el árbol, con una mano sobre el Estatuto y rodeado de todos los representantes de la sociedad vasca. Lo ha hecho con una versión suavizada del juramento histórico, en el que para evitar equívocos en castellano se ha preferido matizar ese "ante Dios humillado" con el que arrancaba la fórmula de Agirre, y que el saliente lehendakari López tampoco utilizó. Urkullu, arropado por toda la representación política de la sociedad vasca, exlehendakaris, diputados, parlamentarios, por los ocho miembros del nuevo Gobierno, y en especial por sus emocionados correligionarios del PNV que no ocultaban su satisfacción por el regreso de un jeltzale a Ajuria Enea, se ha convertido así en el nuevo presidente autonómico. Entre las ausencias, destacó la de Laura Mintegi, aspirante a la Lehendakaritza por la izquierda abertzale y portavoz de EH Bildu en el Parlamento. Sí acudió un nutrida representación de su grupo parlamentario.

Urkullu, acompañado de su esposa y agradeciendo con la mano en el corazón los aplausos con los que le recibieron los congregados en el exterior, algunos de los cuales blandían ikurriñas al viento, ha llegado poco antes de mediodía a la Casa de Juntas en estricto cumplimiento del protocolo del acto. Antes lo habían hecho el ministro Montoro y Carlos Urquijo, representantes del Gobierno de Mariano Rajoy. Y después de él lo hizo López, último en entrar en la Casa de Juntas también acompañado de su esposa y cuya presencia permitió iniciar el acto solemne, aunque no sin antes escuchar el 'Gernikako Arbola' de Iparraguirre en el carillón del histórico recinto y acceder a pie en una comitiva encabezada por el lehendakari saliente, el entrante y la presidenta de la Cámara vasca, Bakartxo Tejeria. En el exterior, mientras, seguían sonando algunos tímidos gritos de "Independentzia".

Los secretarios de la Mesa de la Cámara vasca certificaron en el interior del Hemiciclo de Gernika la designación por parte del Parlamento de Urkullu como lehendakari, con base en todos los reglamentos y leyes pertinentes que le convierten en el sexto presidente autonómico desde la restauración de las libertades. Eso ha ocurrido a las 12.09 horas, una lectura a la que Urkullu asistió con gesto serio y concentrado. En unos pocos minutos, y bajo música de txistu, la ceremonia continuó junto al simbólico árbol, donde Urkullu juró efectivamente su cargo.

La fórmula que utilizó, exclusivamente en euskera, fue: "Apal apalik, Jaungoikoaren eta gizartearen aurrean, eusko lur gainean zutik, eta Gernikako aritzaren azpian, herri ordezkari zareten zuen aurrean, nere agintea zintzo beteko dudala zin dagit".

Lo que se traduce por: "Humilde ante Dios y la sociedad, en pie sobre la tierra vasca, y bajo el roble de Gernika, con el recuerdo a nuestros antepasados, juro ante vosotros, representantes del pueblo, cumplir fielmente mi mandato. Lo juro".

Variación de la fórmula

Urkullu modificó así ligeramente la histórica fórmula de Agirre empleada el 7 de octubre de 1936, al jurar su cargo "humilde ante Dios (y no "humillado ante Dios", como se venía en traducir) y la sociedad, en pie sobre la tierra vasca, y bajo el roble de Gernika, con el recuerdo a nuestros antepasados" y ante "los representantes del pueblo". Una vez de regreso al Hemiciclo, Urkullu ha asumido el cargo con la fórmula habitual fijada por ley. "Por voluntad del Parlamento, prestado el juramento, tomo posesión y asumo el cargo de lehendakari del Gobierno del País Vasco, así como la condición de representante ordinario del Estado en su territorio, que cumpliré con lealtad a la Corona y respeto a la Constitución, al Estatuto de Gernika y demás leyes vigentes". Leída esta declaración, y bajo una salva de aplausos que duró varios minutos, Urkullu dirigió su mirada de lado a lado de los escaños de la Casa de Juntas con los ojos vidriosos, emocionado, mientras así en su mano la makila de madera de níspero con empuñadura de plata que la había entregado minutos antes, junto a una abrazo, el lehendakari saliente Patxi López.

El nuevo presidente del Gobierno vasco ha jurado el cargo sobre el Estatuto de Gernika y el Fuero de Bizkaia, en lugar de sobre la Biblia, como hicieron todos los predecesores de su partido. El lehendakari saliente, el socialista Patxi López rompió esta tradición. La fórmula del juramento al que ha recurrido es similar al que utilizó el primer presidente del Consejo General Vasco en 1936, José Antonio Aguirre (PNV), aunque con alguna variación. Las palabras que formuló Aguirre es: "Ante Dios humillado, en pie sobre la tierra vasca, en recuerdo de los antepasados, bajo el árbol de Gernika , juro desempeñar fielmente mi mandato".

Urkullu ha decidido no pronunciar discurso alguno a pesar de que el protocolo se lo permitía y ha transmitido su único mensaje político a través de su firma en el libro de honor de la Casa de Juntas. "Trabajaré con humildad y determinación por una Euskadi de progreso, en paz y libertad por sí misma en Europa y en el resto del mundo".