El escritor brasileño, Paulo Coelho en la presentación de su último libro. / Efe
LITERATURA

Paulo Coelho: «Soy un peregrino, aprendo de la gente más sencilla»

El escritor brasileño presenta ‘El manuscrito encontrado en Accra’, una novela que acerca al lector a la Jerusalén de 1099

MADRID Actualizado: Guardar
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Ha vendido más 140 millones de libros por todo el planeta. Sus libros se han traducido a 73 idiomas y se han publicado en 170 países. Pero Paulo Coelho (Río de Janeiro, 1947) está más preocupado por una pequeña herramienta que usa 140 caracteres. Su Twitter lo siguen 17 millones de personas y él está enganchado.

Y es que su primera preocupación al comenzar la presentación de su último libro, ‘El manuscrito encontrado en Accra’(Planeta), ha sido escribir un tuit: ‘Press conference now’ (Ahora, rueda de prensa). «Creo que tengo el deber de mostrar mi mundo. Me sorprende que otros escritores sean reacios a estas maneras de sociabilizarse. Los que me compran tienen derecho a seguir lo que hago”, comenta el brasileño durante la presentación de la novela, ya a la venta. «Desde que Emma Watson me hizo un ‘unfollower’ (abandonar), dejé de seguir a 45.000 personas y ahora solo sigo a mi mujer y a mis amigos», explica divertido el escritor.

En este último trabajo, Coelho lleva al lector al Jerusalén de finales del siglo XI, en una época en la que la ciudad se prepara para la invasión de los cruzados. En la ciudad sagrada, un griego conocido como el Copto convoca al pueblo a reunirse junto a él para resolver dudas sobre el ayer, el ahora y el futuro. «Es un libro sobre la pregunta eterna: ‘¿quien soy yo?’», añadió el carioca. Preguntas sobre la soledad, la lucha, el cambio o el miedo, son los temas tratados en el libro; asuntos de los que «hacia falta hablar». «Tiene mucho que ver con las nuevas redes sociales. Muestro cómo antiguamente la sociedad trasmitía los mensajes de boca en boca y aunque hoy en día las formas sean diferentes, la necesidad de transmitir lo que uno sabe siempre está presente», explica Coelho.

Enamorado de las redes sociales, el escritor describe la felicidad como «un puro afán de consumismo, prefiero hablar de alegría». Coelho no se siente mensajero, ni gurú: «Soy un peregrino, aprendo de la gente más sencilla». Por eso, prefiere no dar las respuestas a las preguntas formuladas en sus libros porque «sería aburrido», dice el autor.

Ahora con 64 años, con una biografía rebelde y jipi, viajero por el mundo y víctima de torturas durante la dictadura brasileña, Coelho ha encontrado la paz tras recorrer el Camino de Santiago. Cree que en este momento de revolución tecnológica existe, por contra, una crisis de valores. «Yo escribo para ser leído, no para mi mismo, nadie hace nada para sí mismo, porque la condición humana nos hace compartir», dice el escritor. «Cada día que pasa veo la manera de afrontar la vida de una manera», insiste. Pero Coelho también tiene cosas que esconder o, mejor dicho, que no quiere compartir con los demás. Ha estado tres años sin dar una rueda de prensa. De ahí la sorpresa de sus seguidores por su tuit: «Ahora, rueda de prensa».