II JORNADAS FORO FUTURO EN ESPAÑOL

El español como potencia económica mundial

"Entre las grandes lenguas internacionales, solo nuestro idioma dispone de ortografía, gramática, y diccionario comunes”, ha asegurado el director del proyecto de la Fundación Telefónica 'Valor económico del español'

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José Luis García Delgado, director del proyecto de la Fundación Telefónica "Valor económico del español", ha pronunciado la conferencia de apertura de las Jornadas Vocento “El Futuro en Español”. García Delgado ha hecho hincapié en el valor de nuestra lengua, así como en sus retos y desafíos pendientes

El catedrático ha comenzado su exposición señalando el prometedor comienzo que hemos tenido de siglo XXI, “muy esperanzador para el futuro económico del español”, un inicio en el que García Delgado destacaba “la normalización consensuada entre las 22 asociaciones de la lengua hispana”. Y es que, decía, “sólo el español entre las grandes lenguas internacionales dispone de ortografía, gramática, y diccionario comunes”.

Esta esperanza que ha resaltado García Delgado viene perfectamente ejemplarizada en los casos que se están viviendo tanto en EEUU y Brasil.

En EEUU hay un 'boom' demográfico de hispanos que hace presagiar buenos síntomas de nuestra lengua, como lo ratifica la importancia de los hispanos en la reelección de Obama. “La capacidad adquisitiva de los hispanos ha crecido un 50% en los últimos años y casi 23 millones de hispanos han podido ejercer su derecho a voto, más del triple que en 1998”, afirmaba. Aunque la lengua no se conserve, todo lo antedicho señala las cotas altas que están alcanzando el español en EEUU. "Si el español consigue asentarse como segunda lengua tendrá asegurado tener ser la segunda lengua internacional mientras EEUU siga con su hemegonía económica y armamentística mundial", ha señalado García Delgado.

En Brasil es determinante el apoyo al español desde las instituciones. “Por eso hoy constatamos por medio del auge de las economías que el español está certificado como lengua de negocios. Ha superado tres duras pruebas: el paso del tiempo, las barreras de la geografía, y el desafío de la unidad”.

Mientras, aumenta con fuerza el número de sus hablantes. Tras el inglés, el español “se ha confirmado como segunda lengua de la enseñanza”. Hoy en día cada vez en nuestra lengua se presentan menos dialectos lo que facilita la superación para conseguir su unidad. El catedrático ha incidido en que "si el inglés es la lengua sajónica universalizada el español es la lengua románica universalizada".

”El español no se agota al ser consumido, su valor aumenta conforme crecen sus hablantes”. La lengua, señalaba, es “una moneda común reduce los costes de cualquier intercambio y dinamiza los contratos”.

Las cifras obtenidas que cuantifican el valor del español son contundentes, mencionaba el catedrático: “multiplica por siete los flujos bilaterales, multiplica por cuatro los intercambios comerciantes entre hispanohablantes, ha multiplicado por tres la atracción de inmigrantes hacia el mercado español al ahorrarse costes de integración, con el premio salarial al conocer nuestro idioma”.

Desafíos pendientes

García Delgado ha querido huir de la autocomplacencia para indicar los desafíos que tiene por delante nuestra lengua, basados en cinco puntos:

1- Status, de reconocimento en reuniones y tratados internacionales, algo que viene trabajando muy bien Francia.

2- Debilidad efectiva del español como lengua de la comunidad científica, lengua con que se difunde el conocimiento en numerosas disciplinas. “Si logramos estar en ese club estaremos en los dominios científicos para contrarrestar esa condición de inferioridad”.

3- Elevar el predicamento de nuestra lengua en la web. Exige promover los contenidos en los lugares de difusión masivos.

4- Conseguir asentarse en EEUU como segunda lengua, algo que no está todavía decantado. Si lo consigue tendrá un largo y prometedor camino. Solo la mitad de la población hispana tiene dominio sobre el español.

5- Tarea de impulso del español desde dentro sin entrar en conflictos lingísticos. Con sentido común, el plurilingüismo es riqueza siempre que fomente la convivencia, es una ventaja y no debe de dejar de ser un honor. Quien ama una lengua ama todas las lenguas.

García Delgado ha concluido señalando que "el futuro del español se jugará en los terrenos de la fortaleza económica, no de la demografía. El uso y trabajo del español da fundadas razonas para la autoestima, alejada de las autocomplacencias".