Una joven inmigrante acude con su bebé al centro de salud./ Archivo | Ep
INFORME DE CÁritas

Los 'sin papeles' están dejando de ir a los centros sanitarios

Tienen miedo a acercarse debido a las facturas que se están emitiendo por el coste de la atención

MADRID Actualizado: Guardar
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Cáritas empieza a notar las consecuencias de la privación de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes. Según el secretario general de la organización, Sebastián Mora, los indocumentados tienen miedo a acercarse a los centros sanitarios debido a las facturas que se están emitiendo por el coste de la atención. A raíz de ello, personas con diabetes, enfermedades pulmonares o cáncer están prescindiendo de hacerse pruebas médicas que se realizarían de no haberse restringido el acceso a los servicios sanitarios. De acuerdo con Mora, es difícil hacer una “valoración homogénea” sobre los efectos que ha tenido el decreto aprobado por el Gobierno, dado que la atención varía en función de las comunidades autónomas, los distritos sanitarios y hasta los ambulatorios.

Conforme a la presentación de la memoria anual de Cáritas correspondiente a 2011, la pobreza se está cebando sobre las mujeres y los jóvenes. Así, el perfil de la persona que frecuenta los servicios sociales de la ONG responde al prototipo de mujer joven con hijo a su cargo y sin cónyuge o pareja. Aproximadamente la mitad de los individuos atendidos por Cáritas son inmigrantes y el otro 50% españoles.

Durante los cuatros que dura la crisis, el crecimiento de personas necesitadas de ayuda ha crecido de forma exponencial. Solo en lo que se refiere a la atención primaria, las personas que se acercaron en 2007 a Cáritas sumaron 340.000 en 2007 y se multiplicaron en 2011 hasta llegar al millón.

En 2011 Cáritas invirtió 250 millones de euros, lo que supone un incremento del 1,28%. En España prestó ayuda a 1,8 millones de personas y a 4,5 millones en terceros países dentro de programas de cooperación. Para paliar los efectos de la recesión, los recursos invertidos en el capítulo de empleo e inserción laboral se elevaron a 27,13 millones de euros, mientras que en el capítulo de acogida y atención primaria se destinaron 42,5 millones de euros y a vivienda 2,6 millones de euros.