ARTE

«Ahora valdrá más», dice el agresor de un Rothko de la Tate Modern

Vladimir Umanets asegura "no ser un vándalo" y sostiene que su acción "haría feliz" a Marcel Duchamp

MADRID Actualizado: Guardar
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"Ahora valdrá más". Lejos de arrepentirse o disculparse, el individuo que el domingo garabateó su nombre sobre un gran lienzo de Mark Rothko de la Tate Modern dice haber añadido valor a la pintura en un acto que equipara a las pioneras y revolucionarias acciones de Marcel Duchmap. Su ataque ¿artístico? "habría hecho feliz" al creador del 'readymade', asegura el estudiante da arte ruso, que admite la autoría del ataque pero no "ser un vándalo". 'Vladimir Umanets '12, una posible pieza de Yellowism', escribió con tinta negra en el ángulo inferior derecho de la tela 'Negro sobre marrón', según se ve en la fotografía que el mismo domingo colgó en Twitter Tim Wright, testigo del ataque.

Umanets reiteró que su iniciativa "habría hecho feliz a Marcel Duchamp". Equiparó su acción a las del artista francés, famoso por convertir en 1917 en obra de arte a un urinario de porcelana que tituló 'Fuente' y firmó con el nombre de 'R.Mutt', un personaje de tebeo. Un acto que supuso una enorme conmoción y un revulsivo para el arte, cuyos efectos siguen muy vivos. No en vano, el urinario está considerado como una de las obras más influyentes del siglo XX por su desafío a la convención sobre lo que se considera arte.

Mientras la policía británica investiga el incidente, el hombre del rotulador hablaba con la prensa y se reconocía miembro de 'Yellowism' , movimiento de acción traducible como 'amarillismo'. Dijo llamarse Vladimir Umanets y ser consciente "de que la policía vendrá en algún momento a arrestarme". Su marcado acento sitúa su origen en el este de Europa, según quienes conversaron con él.

"Fue una declaración artística, una oportunidad para hablar de arte y galerías", aseguró Umanets. "Marcel Duchamp siempre impactaba con sus 'readymades'. No quiero que se me considere un vándalo o alguien que quiere destruir algo, especialmente una pintura tan valiosa", dijo el perpetrador de esta 'rothkomade'. "Se trata más bien de cambiar ideas y la percepción que los espectadores tienen del arte", aseguró. "Creo que cuando restauren la pintura y quiten mi nombre, valdrá mucho más" dijo volviendo a Duchamp. "Lo más creativo está por hacerse en el arte contemporáneo, y es abandonar el arte, algo que Duchamp trataba de hacer". "No digo que yo sea otro Duchamp; no soy un creador de etiquetas. Yo hago lo mío... Después de Duchamp, nada sucedió realmente. Definitivamente creo que Marcel Duchamp sería realmente feliz", insistió.

Iconos

Varios testigos confirmaron la agresión contra la tela del cotizado maestro de expresionismo abstracto ruso-estadounidense, reconocida por la Tate Modern el mismo domingo. El museo permaneció cerrado unas horas después de que sus responsables descubriesen las letras negras en la esquina inferior derecha de uno de los icónicos murales que Mark Rothko pintó por encargo de los propietarios del rascacielos Seagram, en Nueva York.

"La Tate confirma que un visitante ha deteriorado uno de los murales de la serie Seagram de Rothko al aplicarle un poco de pintura negra con la ayuda de un pincel", reconoció un portavoz del museo. Tim Wright, autor de la fotografía que testimonia el ataque, aseguró sin embargo en Twitter que "el tipo caminó tranquilamente, cogió un rotulador y lo marcó". "Surrealista", resumió el testigo.

Desde la Tate aseguran que la pintura podrá ser reparada por sus conservadores y se descarta que se vaya a redoblar la seguridad, que considera "suficiente". Incluye barreras físicas, guardias en las galerías, alarmas y cámaras. En el caso de los rothkos, que se exhiben en la tercera planta de la antigua central eléctrica, la barrera es un cable bajo.

En 1958, los promotores de la torre Seagram encargaron estos grandes cuadros, de 2,66 por 4,57 metros, para decorar el restaurante Four Seasons. Por razones nunca aclaradas, Rothko decidió rescindir el contrato, devolvió el dinero y donó ambas telas a la Tate. Las pinturas llegaron a Londres el 25 de febrero de 1970, el mismo día en que el artista, que contaba 66, decidió suicidarse. No parece muy claro por qué Rothko abandonó los brillantes e intensos colores de sus lienzos precedentes y pintó estos murales marrones oscuros, rojos y negros. Se ha escrito, con todo, que el atormentado pintor llegó a decir que deseaba "arruinar el apetito de cada hijo de puta que comiera en ese salón".

Considerado uno de los artistas más importantes del siglo XX, la pintura de Rothko 'Naranja, rojo, amarillo' se adjudicó en mayo en la sala Christie's de Nueva York por 67 millones de euros (87 millones de dólares) marcando un nuevo récord en su estratosférica cotización. La Tate y el MoMa de Nueva York atesoran los mejores trabajos de Rothko.

Umanets precisó que el movimiento 'Yellowism', creado por él junto a Marcin Lodyga, "no es arte ni está contra el arte". Según explica su página web www.thisisyellowism.com. "No es arte y no es realidad; es un elemento de la contemporánea cultura visual"dijo.