FÚTBOL | LIGA EUROPA

El Levante se asusta en Alemania frente a 10

El físico y el empuje del Hannover fueron demasiado para un conformista equipo granota

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Jugó casi todo el partido contra 10, se adelantó en el marcador y tuvo todo de cara para sumar la que hubiera sido la primera victoria europea de su historia a domicilio, pero el Levante se asustó en Alemania ante un incansable Hannover y el empuje de un equipo y una afición siempre fiel a los suyos, y ni siquiera pudo sacar un punto, aunque lo tuvo Pedro Ríos en el 92’. No solo perdió el equipo valenciano el liderato de grupo, sino que no ofreció una buena imagen y dio un paso atrás en sus aspiraciones al sufrir otro batacazo tras la debacle de Pamplona. Se sabía que el choque contra el Hannover no iba a ser nada fácil, pero tal y como se puso el encuentro desde el inicio, el Levante tenía que haber sido más atrevido y asumir más riesgos para no regresar de vacío a Valencia.

Jugó tan atrás y a la defensiva y tuvo tan poco fútbol que solo pudo marcar un gol, de penalti, y no aprovechó una superioridad numérica que se prolongó durante 80 minutos.Apenas dispuso de ocasiones frente a un enemigo «muy fuerte» e «intenso durante todo el encuentro», como había avisado Juan Ignacio Martínez, y cuando quiso reaccionar ya fue demasiado tarde. El técnico del Levante reservó a tres titulares indiscutibles (Barkero, Diop y David Navarro) pensando en el derbi del domingo frente al Valencia y solo en la recta final, cuando ya perdía, decidió retirar a uno de los mediocentros que lastraron el fútbol granota (Dudka) y al desafortunado Gekas para intentarlo con un par de revulsivos que tampoco fueron solución.

A pesar de que una genialidad de Pedro Ríos, acompañada de penalti y expulsión, despejó sorprendentemente el camino del Levante, el físico y la insistencia de los germanos fue demasiado para el conjunto español, que nunca tuvo el control del partido y fue presa de los nervios, como se demostró en las pérdidas de balón y la falta de precisión en el pase. Nunca se sintió cómodo con uno más, y el continuo sacrificio del Hannover, como si tuviese el mismo número de hombres en el campo, dio sus frutos a los locales: muy poderosos físicamente, autoritarios y valientes. Con mayor cuajo y despliegue que un Levante superado por los acontecimientos.

Su debut europeo lo aprobó con nota con una victoria, pero cuando se le presentó un contrario de más nivel, y en terreno contrario, el equipo granota demostró su inexperiencia y su incapacidad para dominar y marcar los tiempos. Fue el Hannover el dueño de prácticamente todo el partido, salvo durante unos primeros minutos de desconcierto en los que el Levante no tuvo continuidad y los alemanes se descentraron. Sin embargo, cuando hubo que mostrarse vertical e irse a por la victoria, siempre mandó el Hannover ante un conformista Levante.