La alcaldesa, Mercedes Alonso, sale escoltada por la Policía tras reunirse con su equipo municipal. / Iván Vaz
comunidad valenciana

L'Albà de Elche se convierte en pesadilla

La explosión accidental de la Palmera de la Virgen causa 23 heridos, uno de ellos grave

ELCHE Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Dos heridos graves y uno leve entre el equipo pirotécnico, y veinte leves entre el público que se encontraba alrededor del perímetro de seguridad en torno a la Basílica de Santa María, es el balance del accidente registrado durante la Nit de l'Albà, diez minutos antes de que se tuviera que lanzar la Palmera de la Virgen desde el campanario del templo.

Cuando los pirotécnicos estaban descubriendo la Palmera de la Virgen, un cohete entró en el lugar y la prendió por abajo, como explicaron los técnicos municipales. Los cohetes de la parte descubierta salieron hacia el cielo, pero la trayectoria de los de la parte cubierta fue hacia el suelo, provocando heridas de diversa consideración a los 23 afectados, que fueron atendidos por miembros de DYA. Dos de los pirotécnicos -uno de ellos el propio Vicente Albarranch, el más grave, con el 50% de su cuerpo afectado aunque al parecer superficialmente- fueron trasladados al Hospital General y luego al de Alicante, mientras que el tercero se envió al Hospital Imed.

La alcaldesa, Mercedes Alonso, compareció poco después acompañada por el equipo de gobierno. Visiblemente afectada y con lágrimas en los ojos, pidió «disculpas» por lo sucedido, la primera vez que ocurre. «La pólvora ha jugado una mala pasada», dijo. «Lamentamos lo que ha ocurrido y asumimos nuestra responsabilidad», añadió. Mostró su satisfacción por el hecho de que «no haya sucedido ninguna desgracia», y reconoció que es «un momento muy triste para mi y el equipo de gobierno. Vamos a hablar con los familiares y es lamentable. No puedo decir más».

Alonso seguía l'Albá desde el edificio de Contratación, cercano a Santa María, y fue testigo de lo sucedido porque parte de la palmera también llegó hasta donde se encontraban. Tanto el PSOE como el Partido de Elche se han puesto a disposición de la alcaldesa. Los técnicos insisten en que ha sido «una desgracia» lo sucedido. La alcaldesa compareció en el edificio de Maz, que fue rodeado por la gente que se encontraba en los alrededores, lo que motivó que tuviera que salir escoltada del lugar por efectivos de la Policía Local y Nacional.

L'Albà se desarrollaba de forma brillante, aunque ahogada por una excesiva humareda que la ligera brisa no conseguía barrer. Tras un primer cuarto de hora de 'tanteo', la entrada en escena de la coetà a las 23.30 horas imprimió ritmo y sonoridad a una celebración pirotécnica de la que era partícipe todo el pueblo ilicitano, con profusión de cohetes y palmeras disparados desde las terrazas. Algo menos que en años anteriores, pero no por ello menos brillante.

¿Será la palmera de la Virgen?

De pronto, cuando faltaban diez minutos para la medianoche, un hecho anómalo rompió el guión de la fiesta. Lo que parecía ser la palmera de la Virgen emergía desde el campanario de Santa María, aunque de una forma anómala, y tras elevarse unos pocos metros caía en cascada desde el campanario. La pregunta surgió de inmediato: ¿Será la palmera de la Virgen? La duda parecía despejarse de inmediato al comprobar cómo se iluminaba la silueta de la Patrona en lo alto del campanario.

A los pocos minutos la coetà enmudeció y dejaron de verse palmeras en el cielo. Tensa espera hasta la medianoche. Siguiendo el ritual, las luces comenzaron a apagarse en el centro de la ciudad y parecía que lo de antes había sido una sorpresa. Pero no fue así. Tras varios minutos de espera sin aparecer la palmera, muchos comenzaron a pitar, mientras volvían a darse las luces, entre la frustración y el malestar general por un hecho que no se conocía en la historia de la Nit de l'Albà.

Vicente Albarranch y la pirotecnia La Alpujarreña habían preparado casi 100.000 artículos pirotécnicos, de los que destacaron las 8.000 docenas de cohetes (la mitad de trueno y otras tantas de bomba de superior potencia), 1.500 carcasas de trueno de aviso y 90 palmeras de tronco que hicieron las delicias de los ilicitanos durante prácticamente una hora.

Los cohetes se distribuyeron en cinco zonas estratégicas de la ciudad (como la Torre del Consell y el Palacio de Altamira en el centro, el centro social del barrio de Altabix, el Polivalente de Carrús o El Corte Inglés, entre otros), mientras que otros doce puntos acogieron el lanzamiento de otras 255 palmeras de empresas y particulares.