CINE | ENTREVISTA

«'Acto de valor' refleja el frente tal como es»

La actriz Roselyn Sánchez es una de las protagonistas de la película que recrea con crudeza la vida de las fuerzas especiales

LOS ÁNGELES Actualizado: Guardar
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La actriz Roselyn Sánchez sorprende con el personaje más oscuro y difícil de su carrera en 'Acto de Valor', una película de acción dirigida por Mike 'Mouse' McCoy y Scott Waugh. Un drama donde interpreta a un agente de la CIA que será secuestrada, golpeada y violada durante el transcurso de la guerra. Rodada con Navy Seals, 'Acto de valor' recrea las misiones del ejército norteamericano durante la guerra de Afganistán. A pesar de los personajes que elige en el cine Roselyn es una mujer feliz que hace apenas cinco meses dio a luz a su primera hija Sebelle Rose.

- ¿Se preguntó en algún momento del rodaje por qué estoy aquí?

A cada rato. Sobre todo en las escenas más violentas. Recuerdo un día muy intense del rodaje en que grite al director '¡Dios mío, pero en que me he metido yo!'. Aun así, me siento muy orgullosa de esta película porque es un fiel reflejo de lo que ocurre en el frente y como estos soldados arriesgan su vida para salvar a otros.

- ¿Le gusta correr riesgos?

Como actriz es importante escapar del conformismo, de la seguridad. Este no es un papel normal para mí. No me sentía inclinada a interpretar el personaje. En muchas ocasiones me cuestioné mis razones para interpretar una película que me obligaba a estar fuera de casa. Es difícil meterse en la piel de una mujer que es golpeada y violada de esa manera.

- ¿Tuvo la oportunidad de hablar con algún agente de la CIA?

Sí. Contamos con varios asesores de la CIA. La historia de mi personaje es sensacional. Ella trabaja como agente encubierto pretendiendo ser un medico en una misión. En un ataque acaba siendo secuestrada y es cuando realmente comienza su tragedia. Ver como una entrenada para sobrevivir sufre una agresión constante la deja completamente vacía. Todo su poder desaparece y es una mujer perdida. Mi personaje sufre un abuso físico increíble y tuvimos que utilizar mucho maquillaje para mostrar el efecto posterior al ataque. Verme en el espejo fue brutal.

- ¿Dónde rodaron la película?

En Puerto Rico. Era verano y hacia muchísimo calor, la humedad hizo que la realización fuera incomoda pero ese sentimiento lo utilice en mi interpretación y me siento muy orgullosa del resultado.

- La película es bastante clara en su postura, ¿cuál es la suya frente a la guerra?

Yo estoy en contra de la violencia. Soy una mujer pacífica, pero como actriz me gusta representar la realidad y la guerra forma parte de la sociedad. La meta del director era hacer que las escenas fueran lo más reales y crudas posibles. Para mí este estilo de película es nuevo. Después del rodaje de la película los directores me llamaron y me dijeron que tuvieron que editar muchas escenas porque en los pases previos la gente se salía del cine. Al parecer no podían aguantar la violencia de la cinta. Al final muchas de esas secuencias fueron cortadas y no se han utilizado, pero fueron brutales. Es la realidad, lo que estos tipos viven cada día. Sé que mi madre se va a sentir incomoda viendo este filme, pero para mí ha sido algo sensacional porque me he retado al máximo.

- Cambiando hacia su vida personal, acaba de tener su primera hija. ¿Es difícil encontrar el equilibrio entre su familia y su carrera?

Mi hija Sebella es lo mejor que me ha pasado en la vida. Yo tuve una infancia maravillosa en Puerto Rico, una vida normal en una familia muy unida. Mi madre dedico todo su tiempo a mi educación, y me consintió mucho porque era la única niña entre cuatro hermanos. La más pequeña y por lo tanto estaba un poco mimada. Quiero darle a mi hija las mismas atenciones que yo recibí. Deseo que Sebella sea algo bueno para el mundo. No puedo esperar a bautizarla, que sea una buena niña, cristiana, con una gran educación. Quiero ser un buen ejemplo para ella.

- ¿Cuál ha sido el mejor consejo que le han dado?

Los mejores consejos que he recibido en mi vida me los ha dado mi madre. Cuando deje Puerto Rico para perseguir mis sueños como actriz siempre me apoyó. Cuando la llamaba me decía que nunca me cortaría las alas y que nunca dejase que nadie me las cortase. Desde que me dijo eso he vivido con esa frase como mantra. Sus palabras se convirtieron en mi filosofía de vida. Quiero compartir con mi hija todo lo que yo he aprendido de mi madre.