El videojuego se reparte

Si algo ha desvelado la reciente celebración de la Electronic Entertinment Expo (E3) en Los Ángeles ha sido el interés que tienen las compañías por llevar la experiencia del videojuego a todo tipo de dispositivos y por implementar tabletas y smartphones en el uso cotidiano de las consolas. No ha habido grandes novedades en esta edición de la feria dedicada al ocio electrónico, la más importante del mundo. Ni siquiera Nintendo, que lanzará una nueva consola en Navidades, ha hecho sus deberes al no desvelar las características técnicas de la máquina. Tampoco habló del precio y de su fecha de salida. Cabe destacar, sin embargo, que su apuesta por entregar la Wii U con un mando tan especial -cuenta con una pantalla táctil, cámara y micrófono-, despertó el interés de otras grandes del sector.

La primera en dar un paso al frente ha sido Microsoft. Durante el evento la compañía presentó Smart Glass, un nuevo servicio con el que pretende arrebatar potenciales compradores de Wii U a Nintendo. Con esta iniciativa, los de Redmond quieren conectar tabletas y móviles -estará disponibles para dispositivos con sistemas operativos Android, iOS y Windows- a Xbox360. El usuario no solo podrá enviar los vídeos y la música que tenga en sus dispositivos a la televisión, utilizando la consola como puente, sino que también tendrá la capacidad de usar cada plataforma como si de un controlador más del juego se tratara. La estrategia está clara. A priori Microsoft parece haber replicado las posibilidades y experiencias que Wii U ofrecerá cuando salga a la venta. Y todo ello en una máquina que lleva ya siete años en el mercado y que en 2011 resultó ser la más vendida en todo el planeta.

Durante la presentación del concepto se pudo ver cómo un usuario utilizaba la tableta para marcar las jugadas en un juego de fútbol americano y luego las ejecutaba en la pantalla con el mando tradicional. Si a la tecnológica le sale bien la jugada, Nintendo deberá desmarcarse de la competencia con los juegos. Y de momento no parece que el catálogo de Wii U sea de los que hacen historia. La 'Gran N' presentó poco más de una veintena de juegos, con 'Pikmin 3', obra del flamante Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, Shigeru Miyamoto, a la cabeza. Quedaron claras dos cosas: a bote pronto la potencia de la máquina parece muy similar a la de Xbox 360 y PlayStation 3 y, por otra parte, Nintendo ha perdido el miedo a enfocar la nueva máquina al público adulto, destinando parte de su conferencia a presentar títulos como 'Batman: Arkahm City Armored Edition','Darksiders2', 'Tekken', 'Aliens Colonial Marines', 'Mass Effect3','Zombi U' y 'Ninja Gaiden III', además de los más tradicionales en la casa 'New Super Mario Bros U' y 'WiiFit U'.

En la nube

En esa obsesión por llevar el videojuego a cualquier dispositivo, Gaikai, una de las dos empresas líderes en el sector de videojuegos en la nube, anunció un acuerdo con Samsung para dotar de títulos 'triple A' a las Smart TV de la compañía coreana. En este tipo de servicios, el juego no se ejecuta en la máquina -en este caso la televisión- sino en uno de los miles de servidores que la compañía tiene repartidos por todo el mundo. Después la imagen se envía por 'streaming' y en tiempo real. ¿El resultado? No importa la máquina que tenga el usuario, para jugar únicamente dependerá de su conexión a la Red. Una idea ingeniosa que podría acabar con las plataformas tal y como las conocemos.

Sony también sorprendió en el E3 con el lanzamiento de Wonderbook, un nuevo periférico para PlayStation 3 que explora una nueva forma de contar cuentos, con la realidad aumentada como reclamo. Se trata de un libro con hojas e iconos que la cámara de la consola reconoce para llevar al 'lector' a nuevos mundos a través de la pantalla. Este lanzamiento irá acompañado por 'El libro de hechizos', un juego creado por London Studios en colaboración con la famosa escritora J. K. Rowling.

Pero, sin duda, la mayor sorpresa de la feria se encuentra en el catálogo de Ubisoft, el 'Watch Dogs'. Se trata de un 'shooter' en tercera persona que nos pone en la piel de un hacker capaz de sabotear estaciones eléctricas, pinchar conversaciones telefónicas y controlar, por ejemplo, las luces de los semáforos a su antojo. Con todas estas habilidades, deberemos cumplir una serie de objetivos. Fue el punto álgido de una feria con pocas novedades.